Columna

Samuel Sarmiento

Sinaloa con sequía severa, extrema y excepcional

Mientras Donald Trump sigue diciendo que el cambio climático es un invento de los chinos para desestabilizar la economía mundial, en Sinaloa, el 100% del territorio enfrenta problemas de sequía, lo que sumado a la falta de agua en las presas provocarán una crisis económica, social y alimenticia, cuyos efectos se sentirán no sólo en el estado, sino en todo el país.
Según la Comisión Nacional del Agua (CONAGUA), los 20 municipios enfrentan sequía severa, extrema y excepcional, que son los 3 niveles más altos de la sequía: “sequía severa (9 municipios): Ahome, Juan José Ríos, Guasave, Salvador Alvarado, Mocorito, Angostura, Badiraguato, Rosario y Escuinapa; sequía extrema (4 municipios) Sinaloa, Navolato, Concordia y Mazatlán; y sequía excepcional (7 municipios) Choix, El Fuerte, Culiacán, ElDorado, Cosalá, Elota y San Ignacio”.
Lo que sumado a que las 11 presas de Sinaloa, sin incluir Picachos y Santa María, están al 16.5% de su capacidad, han provocado que se siembren sólo 439,604 hectáreas de riego, lo que representa la mitad de la superficie de riego estatal.
Esto debería ser muy preocupante para Sinaloa, cuya economía y los empleos dependen del 11% del campo, mientras que la industria y los servicios están muy ligados a las actividades primarias, es decir, tenemos una fuerte industria de alimentos y bebidas y el 92% de nuestras exportaciones estatales también son alimentos.
Eso quiere decir, que si se cae la primera ficha de la economía de Sinaloa que es la agricultura, el resto de las actividades económicas, sino se caen, al menos se van a tambalear.
Es por eso, que el campo y la economía estatal requieren apoyos extraordinarios, más allá de los 85,294 millones de pesos que fueron anunciados en el Plan de Reactivación Económica para Sinaloa y donde lo único que hicieron fue juntar los recursos que ya estaban etiquetados para el 2025 y las inversiones privadas que cíclicamente llegan al estado y los presentaron como algo nuevo, aunque lo único nuevo son los 2,300 millones de pesos de deuda pública.
El monto total podemos dividirlos en 2 rubros: 46,902 millones de pesos que corresponden al gobierno federal y estatal y 38,392 que es inversión privada nacional y extranjera.
Cabe aclarar que el 51% de los recursos del gobierno no es inversión pública, sino gasto público, es decir, son los mismos programas sociales federales y estatales.
Conceptualmente, inversión pública son los recursos del gobierno encaminados a realizar obras públicas, como carreteras, puentes, calles y hospitales, mientras que el gasto público es el que se destina a los programas sociales, lo que provoca un aumento de la capacidad de compra y eso genera inflación.
Insisto, “regalar dinero no es una política pública, es una política clientelar”.
Destacan los 2,940 millones de pesos para apoyar a los 24,500 productores de maíz con $1,000 por tonelada, pero se preguntarán los otros 127 mil productores de otros cultivos, ¿qué apoyos hay para los productores de frijol y garbanzo que superaron la superficie sembrada en 69% y 34%, respectivamente?
¿O qué apoyos extraordinarios hay para los 28 mil ganaderos o para los 32 mil pescadores?
Cabe destacar que al mes de diciembre de 2024, Sinaloa había perdido 2,394 empleos formales a tasa anual.
Por eso le pregunto estimado lector: ¿el Plan de Reactivación Económica para Sinaloa será suficiente para revertir el impacto de la sequía en la economía y los empleos?