ANTONIO QUEVEDO SUSUNAGABRECHANDOCRISIS EN EL PERIODISMOEl día de hoy, quienes nos dedicamos al quehacer periodístico estamos observando que el viejo periodismo, la prensa vendida en México se resiste a morir y el nuevo periodismo no logra resurgir.La vieja prensa vendida, la que cobra por publicar, la que vende su conciencia, la que se convierte en militante de un régimen, de un modelo político o de grupos de poder, que hizo dinero acosta del erario por las complicidades de los presidentes en México.La descripción de esta prensa vendida es la que hace el periodista Rafael Rodríguez Castañeda.Ayer en la mañanera la señora encargada de la sección “quién es quién en las mentiras de la semanera”, Elizabeth García Vilchis, acusó a la oposición de atacar al presidente Andrés Manuel López Obrador, tras la detención del exprocurador Jesús Murillo Karam, acusado de ser el responsable del caso de Ayotzinapa.Esta prensa, que presuntamente tiene “precio económico”, no paso ni una hora para lanzarse contra AMLO por haber detenido a Murillo Karam.Dice García Vilchis: “construyeron narrativas descabelladas, infames y mentirosas y hasta llegaron a decir que Murillo Karam es un preso político”.En realidad, no me extraña que los políticos como Mario Di Costanzo, la senadora priista, Claudia Ruiz Massieu, el perredista Fernando Belaunzaran; el diputado panista Jorge Triana; el dirigente del PRI, Alito Moreno; el perredista Jesús Zambrano y el senador priista, Miguel Ángel Osorio Chong, salgan a defender a Murillo Karam, son del mismo grupo de intereses, son compañeros políticos. Entre muchos otros políticos panistas, priistas perredistas y empresarios.El aspecto criticable, periodísticamente es que profesionales del periodismo que un tiempo gozaron de reconocimiento, se les atendía por “su objetividad”, congruente con el viejo régimen, ahora salen a defender a Murillo, en cierto sentido, congruente con su pasado de estar en un quehacer muy bien pagado por el régimen que derrotó López Obrador. Ahora se advierte que faltan a la verdad o la objetividad. Pueden seguir militando en esos poderes, pero no mentir.Esos periodistas, quiero destacar a Carlos Marín, todo un personaje que me tocó conocer en la Revista Proceso, en el inicio de la Agencia CISA-PROCESO en donde laboré en el inicio de mi carrera, el entonces Marín era todo un periodista más administrativo que de fuentes de información o de investigación.Ahora lo vemos defendiendo a Murillo Karam y su verdad histórica, con una pasión desbordada, hasta cierto punto irracional. Es importante decirlo en aquél entonces este periodista, Carlos Marín, estaba muy alejado de los principios éticos, morales y sus valores de Don Julio Scherer, Miguel Ángel Granados Chapa, Gómez Maza, Elías Chávez, entre otros que han sido congruentes como dignos representantes de los lectores mexicanos.En esta lista de periodista que faltan a la verdad, según la vocera de AMLO, está un ex compañero de Noroeste y del periódico la Jornada, Ricardo Alemán, que tuvo una “metamorfosis” casi increíble, como increíble es lo que escribe.Otros periodistas como Ciro Gómez Leyva, Carlos Loret de Mola, Sergio Sarmiento, entre otros mencionados, eran los consentidos de esa prensa vendida. Y los que estaban más vendidos no eran esos periodistas, sino los propietarios de esos medios de comunicación para los que trabajaban.Este viejo periodismo, vendido, militante y corrupto, no acaba de morir.Y el nuevo periodismo, aún no perfila su surgimiento, está emergiendo en medio de las redes sociales, en los YouTube, en las páginas informativas del internet, en una escuela del periodismo que rebasa a las viejas y tradicionales escuelas y los miembros de esta nueva era de la información es la sociedad, que se incorporan a través de las redes sociales, que tienen en crisis a dicha prensa vendida, al viejo régimen derrotado.El número de lectores de esa “nueva prensa de las redes sociales” es más amplio, más libre, más crítico y congruente con esta nueva realidad que estamos viviendo. Es posible que la gobernadora de Campeche, Layda Sansores, este inaugurando un tipo de periodismo del futuro, que es lo más parecido al periodismo independiente que nos tocó practicar, cuando los gobiernos neoliberales escondían la información y negaban consultar sus archivos, obligándonos a robarnos documentos para hacer nuestras informaciones que tanto molestaban a gobernadores, secretarios y presidentes, algo parecido, a las filtraciones de Layda Sansores. Navegación de entradas Columna Columna