Sobre el camino
Benjamín Bojórquez Olea.
Al senador no le conviene un rompimiento con el Presidente y su partido, sino esperar los tiempos. La situación que ya de meses atrás se vive entre el presidente López Obrador y el presidente de la Junta de Coordinación Política del Senado y jefe de la bancada de Morena, Ricardo Monreal Ávila, de desencuentros y distanciamiento entre ambos, se ha agudizado las últimas semanas por el tema de la detención y prisión preventiva decretada en contra de quien fuera el secretario Técnico del Senado y aliado incondicional de Monreal, José Manuel del Río Virgen, acusado de ser el autor intelectual del asesinato de Remigio Tovar, candidato a la alcaldía de Cazones de Herrera, Veracruz por Movimiento Ciudadano el pasado 4 de junio de 2020; funcionario que ha sido sujeto de una persecución política y criminal por parte del gobernador de Veracruz, Cuitláhuac García Jiménez emanado de las filas de Morena, amigo personal y aliado político de la aspirante a la candidatura a la Presidencia de la República por dicho partido, la actual jefa de Gobierno de la Ciudad de México, Claudia Sheinbaum. Los hechos anteriores trajeron como consecuencia un enfrentamiento entre Monreal y García Jiménez en diciembre pasado, diferendo en él que López Obrador ha tomado partido a favor del gobernador veracruzano, declarando en su conferencia mañanera que le tiene confianza y que sería incapaz de cometer una injusticia, con lo qué inclinó la balanza en contra de la posición de Monreal, quién no cuenta con las preferencias del mandatario federal para ser el candidato a la Presidencia de la República por Morena en 2024. Monreal promovió la creación de una Comisión Legislativa Especial del Senado para investigar los casos de violaciones a derechos humanos, abusos de autoridad y detenciones arbitrarias en Veracruz, y que fue aprobada por unanimidad por la Junta de Coordinación Política para en su momento ser votada en el pleno de las dos cámaras, la que fue calificada por el gobernador como “golpista”, aunque Marcelo Ebrard a través de un mensaje en redes sociales calificó al senador como “íntegro” manifestándole su respeto por no abandonar a los compañeros y amigos en Navidad; posición que fue duramente cuestionada por los simpatizantes de Claudia Sheinbaum en total desacuerdo con el apoyo moral y público que dio al Presidente de la Junta de Coordinación Política del Senado. Sin embargo, el jueves pasado ante la rebelión de la mitad de los senadores de Morena que representan el ala dura, Monreal se vio obligado a desaparecer dicha Comisión, para preservar la unidad del grupo parlamentario en el Senado y evitar un rompimiento que incluso le trajera como consecuencia ser destituido de la representación de la bancada, señalando además que seguirá en su lucha por la liberación de Del Río Virgen y agregó: “en este caso, aunque insistí en la creación de la Comisión, se también los niveles para no romper, porque no le conviene a Morena dividirse a la mitad, ni al Presidente de la República tener una fracción parlamentaria a la mitad”, declaración que es un claro mensaje, en el sentido de que en su momento y acorde a los tiempos podría darse una ruptura en el grupo parlamentario, ya que se midieron fuerzas y sigue latente la lucha por la candidatura a la Presidencia de la República, que está claro se jugará en varios escenarios y puede convertirse en una fractura mayor de los grupos de Morena y sus aliados tanto en la Cámara de Diputados, como en la de Senadores. “Al tiempo”… Por ahora, Cuitláhuac García con el apoyo del Presidente y Claudia Sheinbaum ha ganado esta partida y el grupo de la jefa de Gobierno se fortalece tanto al interior de la gestión federal como dentro de Morena. Por su parte, el otro aspirante Marcelo Ebrard continúa con su labor al frente de la Cancillería a la espera de que el Presidente lo considere como su Plan B, en caso de que la candidatura de Sheinbaum pierda fuerza o que los partidos de oposición le ofrezcan la candidatura a la Presidencia a Monreal, quien aunque ha planteado que luchará por obtener el apoyo del partido para lograr la candidatura sin importar la opinión de López Obrador, no está tomando en cuenta, que ninguno de los actuales dirigentes se atreverán a desafiar la autoridad del Presidente o a jugarle las contras; y quien pensara hacerlo estaría sentenciado a ser expulsado del partido y del movimiento de la 4T de inmediato.
GOTITAS DE AGUA:
Por lo tanto, si algo se debe reconocer a López Obrador es que a pesar de que públicamente declaró su alejamiento del partido y que dejaría su conducción a la dirigencia, en los hechos continúa teniendo el mando y control del mismo, así como aprobando las candidaturas a la gubernaturas y cargos de elección popular desde Palacio Nacional, por lo que en el caso de la candidatura a la Presidencia de la República, será material y humanamente imposible que el partido le impida designar como en los mejores tiempos del PRI, a quién deberá sucederlo en el cargo. Pero el senador Monreal está actuando de forma inteligente. Por el momento no le conviene un rompimiento con el Presidente y Morena, sino que esperará a que se den los tiempos y cambien las circunstancias a su favor, para convertirse en la mejor opción para la candidatura, que no es mal vista incluso por los partidos de la alianza Va por México integrada por el PAN, PRI y PRD, ya que cuenta con una vasta experiencia política y oficio que le permitiría reconciliar a todas las fuerzas políticas y lograr terminar con el discurso de la descalificación y polarización que en los últimos tres años ha invadido al país y le ha hecho más daño que la misma pandemia del Covid 19, para convertirse en la real esperanza de un país mejor. “Si cierran la puerta, apaguen la luz”. “Nos vemos Mañana”…