
Entre Veredas
Marco Antonio Lizárraga
“El talento es algo bastante corriente. No escasea la inteligencia, sino la constancia”, Doris Lessing
VISIÓN
Mazatlán vive un momento clave en su evolución urbana. El crecimiento poblacional, el auge turístico y el dinamismo del sector inmobiliario han acelerado la expansión de la ciudad, generando nuevas oportunidades, pero también desafíos considerables en términos de ordenamiento, infraestructura y equidad.
Frente a este contexto, la presentación de una iniciativa por parte de la regidora Alina Quintero Morales, coordinadora de la Comisión de Urbanismo, representa una acción oportuna y estratégica.
La propuesta, presentada en sesión de Cabildo y dirigida al Congreso del Estado, busca establecer mecanismos más claros y justos para regular el desarrollo inmobiliario en el municipio. No se trata solo de facilitar la inversión, sino de lograr que dicha inversión se traduzca en beneficios reales para la población mazatleca.
La regidora Quintero Morales lo plantea con claridad: generar un punto de equilibrio entre gobierno y sector privado, donde las contribuciones de los desarrolladores sean razonadas, calculadas y, sobre todo, encaminadas a fortalecer el bienestar colectivo.
Esta visión refleja una comprensión moderna del urbanismo: ya no basta con crecer, es indispensable hacerlo con planeación, con criterios técnicos, con responsabilidad social. Y eso implica fortalecer la normatividad, actualizar los instrumentos de ordenamiento territorial y garantizar que las decisiones sobre el uso del suelo estén alineadas con el interés general.
La iniciativa también destaca por su enfoque propositivo. No parte de la confrontación ni del señalamiento, sino del diálogo institucional y la construcción de consensos.
Es una invitación a repensar el modelo de desarrollo que queremos para Mazatlán, y a hacerlo desde una perspectiva de corresponsabilidad entre autoridades, iniciativa privada y ciudadanía.
Este esfuerzo legislativo, además, se alinea con la visión que ha promovido la presidenta municipal Estrella Palacios Domínguez: construir un Mazatlán ordenado, sustentable y con desarrollo regulado. Desde el inicio de su gestión, la alcaldesa ha dejado claro que el crecimiento del municipio debe estar acompañado de reglas claras, transparencia y visión de futuro.
La iniciativa de la regidora Quintero Morales es una muestra tangible de que ese compromiso comienza a materializarse en acciones concretas.
Mazatlán merece ser una ciudad donde el desarrollo urbano no solo genere plusvalía, sino calidad de vida. Donde las nuevas construcciones se integren al entorno, respeten el medio ambiente y respondan a las necesidades reales de sus habitantes. Donde las decisiones sobre el territorio se tomen pensando en las próximas generaciones, y no solo en la próxima inversión.
En ese camino, propuestas como la presentada por Alina Quintero Morales no solo son bienvenidas: son indispensables. Porque ordenar el crecimiento de Mazatlán no es una tarea menor, es una responsabilidad colectiva que exige visión, técnica y voluntad política. Hoy, el municipio da un paso importante hacia ese objetivo.
RECONOCIMIENTO
El reconocimiento a las y los maestros de Sinaloa no se queda en palabras. En el marco de la conmemoración del Día del Maestro, el gobernador Rubén Rocha Moya reafirmó su compromiso con el gremio docente mediante acciones tangibles que apuntan a una transformación profunda del sistema educativo, pero, sobre todo, al fortalecimiento de quienes lo sostienen: las y los educadores.
El mandatario estatal no solo entregó la condecoración “Maestro Altamirano” a 162 docentes con 40 años o más de servicio, sino que destacó hechos concretos que demuestran la voluntad de dignificar la labor magisterial. El pago del fondo de vivienda a más de 7 mil maestros, las mejoras salariales, la entrega de bases y prestaciones, son parte de una agenda clara que reconoce el papel esencial que tiene el magisterio en el desarrollo del país.
Estas acciones no ocurren en el vacío. Se enmarcan en una visión compartida con el gobierno de la Dra. Claudia Sheinbaum, quien ha impulsado una reforma educativa real, centrada en el bienestar de los docentes y en garantizarles un retiro digno. El anuncio del aumento salarial del 10% diferido es una muestra del rumbo que está tomando la política educativa nacional: justicia para quienes han entregado su vida a formar generaciones.
En su mensaje, Rocha Moya lo expresó con claridad: el magisterio es el arquitecto de nuestra sociedad. Una frase que, más allá del discurso, se ve respaldada por políticas públicas que apuestan por el fortalecimiento del tejido educativo. El acompañamiento de figuras clave como Gloria Himelda Félix, titular de SEPyC, y los dirigentes sindicales Genaro Torrecillas y Ricardo Madrid Uriarte, da cuenta de un esfuerzo colectivo donde se privilegia el diálogo, la estabilidad laboral y el compromiso con la excelencia educativa.
El homenaje a la generación del 84 simboliza mucho más que una ceremonia: representa la continuidad de un proyecto educativo con raíces sólidas y visión de futuro. Son maestras y maestros que, en silencio, han contribuido a transformar la vida de miles de niñas, niños y jóvenes sinaloenses, con una entrega que no busca reflectores, pero que merece el mayor de los reconocimientos.
La educación, como bien lo señala la Nueva Escuela Mexicana, es un acto de amor cotidiano. Y en Sinaloa, bajo la conducción de Rocha Moya, se está traduciendo en políticas que colocan a las y los docentes en el centro de las decisiones. Porque dignificar al magisterio no solo es justo, es también necesario para construir una sociedad más humana, crítica y consciente.
Aplaudir los logros es importante, pero reconocerlos con hechos es lo que marca la diferencia. En este Día del Maestro, Sinaloa no solo celebró, también honró. Y lo hizo con la mirada puesta en el porvenir educativo que este país necesita.
INVERSIÓN
Cuando se habla de progreso auténtico, hay elementos que deben converger: confianza, visión y compromiso con la tierra que se llama hogar. Esto quedó de manifiesto con la presentación del proyecto Reverb by Hard Rock, que no solo posicionará a Mazatlán como pionero de esta marca en México, sino que refleja el profundo sentido de pertenencia de quienes apuestan por invertir en su origen. Tal es el caso del empresario mazatleco Omar Alfonso Osuna Osuna, figura clave en este ambicioso desarrollo.
Con una inversión de 550 millones de pesos, este nuevo hotel de 170 habitaciones será apenas el tercero en su tipo en el mundo —tras Atlanta y Hamburgo— y el primero en instalarse en México. Que esa sede sea Mazatlán no es casualidad, sino resultado del trabajo conjunto entre sector privado y gobiernos comprometidos con el desarrollo sostenible del destino. Pero también, y sobre todo, es muestra del arraigo y la visión de emprendedores locales como Osuna Osuna, quien lidera el proyecto a través de la firma Mar3, como coinversionista junto a Hard Rock Hotels and Resorts.
La presencia del gobernador Rubén Rocha Moya y la presidenta municipal Estrella Palacios Domínguez en la presentación no fue solo protocolaria; fue la validación de que en Sinaloa se están sentando las bases para atraer inversiones de clase mundial. Rocha Moya fue enfático al reconocer el papel de los hoteleros locales como pioneros de la infraestructura turística del puerto, y al asegurar que en su administración existe un compromiso serio con el crecimiento urbanístico, económico y social de Mazatlán.
Por su parte, la titular de SECTUR federal, Josefina Rodríguez Zamora, subrayó la importancia de este proyecto dentro del contexto nacional, señalando que Sinaloa figura entre los estados con mayor inversión turística contemplada en el Plan México que impulsa la presidenta Claudia Sheinbaum. Mazatlán, dijo, se consolida como una de las ciudades más prometedoras del país para la industria de la hospitalidad.
Sin embargo, más allá de los datos y las cifras, lo que merece destacarse es el acto simbólico y concreto de apostarle a la tierra propia. Omar Alfonso Osuna Osuna lo hace no solo con capital, sino con visión y responsabilidad social, al traer una marca global que enriquecerá la oferta turística del puerto y abrirá oportunidades de empleo, cultura y conectividad internacional.
Este tipo de proyectos no solo marcan un antes y un después en el paisaje urbano, sino también en el espíritu de una ciudad que, como Mazatlán, se reinventa constantemente sin perder su esencia. La llegada de Reverb by Hard Rock representa más que un nuevo hotel: es el reflejo de una Mazatlán moderna, ambiciosa, orgullosa de sus raíces y con los brazos abiertos al mundo.
Hoy, cuando la inversión turística es una de las principales palancas del desarrollo económico de México, iniciativas como esta muestran que los mazatlecos no esperan que el cambio venga de fuera. Lo construyen desde dentro.