
Samuel Sarmiento
Arancel al tomate, ¿cuál será el impacto?
Cuando hablamos de las disputas comerciales entre los productores de tomate estadounidenses y mexicanos, normalmente nos remitimos al 25 de abril de 1996, cuando el Departamento de Comercio de Estados Unidos acusó a los productores de tomates de México de “dumping”, que es una práctica de comercio desleal y que consiste en vender por debajo del costo de producción con el objetivo de acaparar el mercado.
Sin embargo, la realidad es que los problemas legales, vetos e impuestos del Gobierno de Estados Unidos al tomate mexicano es una larga historia de más de 100 años, desde las primeras toneladas de tomate que se enviaron al mercado de Estados Unidos, primero por barco y después por tren.
Desde aquellos años, los productores sinaloenses por su privilegiada ubicación geográfica, clima, tierra, agua y disponibilidad de mano de obra barata, y décadas después, con la adopción de tecnología, maquinaria y modelos administrativos gerenciales, les permitió consolidarse como el principal proveedor de tomate de Estados Unidos.
Actualmente, el sector exportador de tomate representa 3,340 millones de dólares y genera 500 mil empleos directos a nivel nacional, aunque se estima que la cifra puede alcanzar el 1 millón de empleos, si se suman los empleos indirectos.
El tomate es el 4to producto agroindustrial que más exporta México, representa el 6% de las exportaciones agroalimentarias, sólo después cerveza (12%), tequila (8%) y el aguacate (7%).
Sinaloa participa con el 42% de las exportaciones de tomate, seguido por Jalisco y Sonora con el 11% cada uno, Guanajuato 7% y Puebla 6%.
Por lo tanto, al ser Sinaloa el principal exportador, también será el principal afectado con el arancel del 20.91% que podría entrar en vigor en 3 meses, el 14 de julio de 2025.
Por municipio, Culiacán representa el 30% de las exportaciones de tomate a nivel nacional, seguido por Guadalajara 10%, Navolato 8%, Hermosillo 5.6% y Ensenada 5.3%.
Si bien es cierto, los aranceles distorsionan el comercio internacional, dañan la competencia y elevan los precios para el consumidor de Estados Unidos, ya que casi el 90% del tomate que compra Estados Unidos se le compra a México y el 98% de las exportaciones de tomate mexicanas van a Estados Unidos, es decir, México no representa un problema, somos la solución, somos quienes garantizamos que haya tomate todo el año en ese país.
En los siguientes 90 días de negociaciones, lo principal será entender que a México no nos conviene la confrontación, nos conviene el diálogo y alcanzar una mayor integración económica con Estados Unidos y Canadá para hacer frente al gigante asiático, China, la 2da potencia económica del mundo.
En principio, México debería poder cumplir las exigencias de Estados Unidos, en lo referente al flujo de inmigrantes y el combate al narcotráfico y de esta manera, reducir las amenazas de nuevos aranceles por temas políticos.
Cabe señalar que, el arancel del 20.91% no estaba en la agenda de negociaciones entre ambos gobiernos, sino que resurge por la insistencia de los productores de Florida, lo que les agrega presión a las negociaciones vigentes.
Por eso le pregunto estimado lector, ¿logrará México un nuevo acuerdo para el tomate, como se ha alcanzado en los últimos 30 años o está vez si nos la van a aplicar?

ABR 21 2025