
Siete cosas que un político debe saber sobre las leyes
Guadalupe Robles
- Hay que estudiarlas. Todo político no sólo debe de hablar de las leyes, sino conocerlas, estudiarlas. Las leyes no son asuntos exclusivos de los abogados. Necesitan las más diversas interpretaciones y por ello deben ser consultadas y, sobre todo, hacer que se cumplan en lo posible. La calidad de un político tiene mucho que ver con el conocimiento de las leyes. Aunque no sea abogado.
- No lo resuelven todo. El derecho es uno de los inventos más grandiosos de la humanidad. Nos ayuda a tener un piso mínimo de reglas para nuestra convivencia diaria. Una convivencia complicada por nuestras diferencias culturales, religiosas, económicas. Pero las leyes no lo pueden resolver todo. Siempre la realidad es más complicada que la ley. Es muy común escuchar al político decir que “nada debe estar por encima de la ley”. Finalmente, la ley termina siendo un instrumento muy útil, pero manipulable por los grupos de poder.
- Hay que implementarlas. Hay gobiernos que todo lo quieren resolver a punta de leyes, como si solo fuera la solución a los problemas graves. La ley puede ser muy justa y necesaria en el papel. Pero cuando se tiene que aplicar a la realidad, su gran prueba, es cuando se ve el tamaño de sus alcances. Hay leyes que se aprueban sin tener los instrumentos indispensables para implementarlas. Eso explica en parte su ineficacia.
- No tienen poderes mágicos. Los gobiernos les conceden a las leyes poderes mágicos. Creen que con las grandes reformas vienen por sí solas las grandes transformaciones. La pregunta debe ser, ¿está preparada la sociedad para la exigencia de una ley rigurosa o demasiado ambiciosa en sus propósitos? Las leyes suelen ser elementos discursivos e ideológicos. El poder político las vende como solución mágica a nuestros problemas.
- Es instrumento de los poderosos. Dice el refrán popular que todos somos iguales, pero hay unos más iguales que otros. La ley en el papel es igual para todos, pero en su aplicación es desigual. No todos tienen acceso a buenos abogados y eso se vuelve una lucha inequitativa en los tribunales. La aplicación de la ley conlleva recursos, relaciones y complejidades. La interpretación y aplicación de la ley, está creada para reproducir los intereses y la defensa de los poderosos.
- No siempre son justas. La vida es injusta y las leyes son un reflejo de la vida. Las leyes se crean por una necesidad, una respuesta a una realidad social o política. Pero también, por los intereses de los grupos de presión y los influyentes. El acto de crear o reformar una ley, no es un acto inocente. Al margen de los intereses económicos y políticos. Siempre, después de una ley aparentemente justa, hay intereses que la crean. Y la vigilan.
- Se utilizan para los enemigos. En política, la ley suele ser un instrumento para atacar a los enemigos y proteger a los cómplices. Es un instrumento del Estado que se utiliza para asustar, doblegar y destruir a los contrarios. ¿Alguien duda de que así sea?