Entre Veredas
Marco Antonio Lizárraga
“Encanto es lo que tienen algunos hasta que empiezan a creérselo”, Simone de Beauvoir
Balance general
REFLEJOS
Los primeros 100 días de un gobierno suelen ser un termómetro que mide las expectativas frente a la realidad. En el caso de Claudia Sheinbaum, la primera mujer en presidir México, este período inicial ha estado marcado por un notable apoyo popular, un enfoque en la continuidad de la Cuarta Transformación y una proyección hacia el futuro en temas como ciencia, tecnología y relaciones internacionales.
Sin embargo, como toda administración naciente, enfrenta retos estructurales que pondrán a prueba su capacidad de liderazgo.
Sheinbaum ha optado por mantener los pilares fundamentales del proyecto de su predecesor, Andrés Manuel López Obrador, desde los programas sociales hasta el discurso de soberanía nacional.
Este enfoque ha generado confianza en su base electoral, consolidando una aprobación del 80% en sus primeros meses de mandato. Sin embargo, el reto de la continuidad radica en no limitarse a replicar fórmulas existentes, sino en adaptarlas a nuevas realidades y, sobre todo, imprimir su propio sello.
La creación de la Secretaría de Ciencia, encabezada por Rosaura Ruiz Gutiérrez, es un ejemplo de cómo Sheinbaum busca diferenciarse.
La apuesta por satélites mexicanos, vehículos eléctricos y la limpieza de ríos plantea una visión de modernidad, aunque estos proyectos aún deben materializarse y superar los desafíos de implementación en un país donde la ciencia ha sido históricamente relegada.
En su primera interacción con el próximo gobierno de Estados Unidos, liderado por Donald Trump, Sheinbaum ha mostrado firmeza y una postura de respeto mutuo, similar al estilo de López Obrador.
Sin embargo, el contexto geopolítico actual exige algo más que buenas intenciones. México necesita diversificar sus relaciones internacionales, fortalecer su posición económica frente a Asia y negociar con astucia en temas migratorios y comerciales con su principal socio.
El riesgo es que esta relación se quede en una narrativa nacionalista sin resultados tangibles, lo cual podría erosionar la imagen positiva con la que Sheinbaum inicia su mandato.
A pesar de los avances en política social, la inseguridad sigue siendo un tema que golpea con fuerza al país.
Estados como Sinaloa y Zacatecas enfrentan niveles críticos de violencia que no han disminuido con el cambio de administración.
Este desafío pone a prueba la capacidad de Sheinbaum para implementar estrategias innovadoras que vayan más allá de la militarización, un enfoque que ya muestra signos de desgaste.
La construcción de paz será una tarea monumental que definirá si este gobierno logra consolidar un legado o si la inseguridad será la piedra en el zapato que lo acompañe hasta el final del sexenio.
El arranque del gobierno de Claudia Sheinbaum ha sido positivo en términos de percepción pública, pero las expectativas son altas. La aprobación masiva puede convertirse en una espada de doble filo si no se traducen rápidamente en resultados concretos.
Además, la administración debe demostrar que puede navegar con eficacia las aguas turbulentas de la política internacional, fortalecer la economía frente a amenazas externas y, sobre todo, combatir la inseguridad de manera efectiva.
Los primeros 100 días de Claudia Sheinbaum han demostrado que la continuidad puede ser un motor de estabilidad, pero también un freno si no viene acompañada de innovación.
Su estilo de liderazgo, basado en la cercanía y en una visión de modernización, tiene el potencial de transformar al país. No obstante, el tiempo y las decisiones estratégicas serán los verdaderos jueces de si su gobierno se convierte en un parteaguas o simplemente en una extensión del proyecto que lo precedió.
México necesita un liderazgo que no solo mantenga la esperanza, sino que la convierta en acción.
¿Podrá Sheinbaum cumplir con las altas expectativas y enfrentar los retos históricos del país?
Solo el tiempo lo dirá, pero estos 100 días ya nos ofrecen un adelanto de su estilo de gobierno y los desafíos que marcarán su presidencia.
IMPULSO
Los recientes anuncios del presidente municipal de Ahome, Gerardo Octavio Vargas Landeros, sobre los recursos federales y estatales destinados a obra pública en el municipio, reflejan una narrativa que busca consolidar su administración como un referente en gestión y resultados.
Sin embargo, detrás de las cifras y los compromisos expresados, es necesario analizar el contexto político y las implicaciones reales de estas inversiones.
El anuncio de los 7 mil millones de pesos para la modernización del distrito de riego 075 es, sin duda, una noticia relevante para Ahome.
La agricultura, como columna vertebral de la economía local, se beneficiará de estas obras, las cuales prometen incrementar la eficiencia hídrica y potenciar la producción agrícola. Sin embargo, el reto radica en la ejecución.
La historia reciente en México demuestra que los proyectos de infraestructura muchas veces enfrentan atrasos, desviaciones presupuestales y problemas de transparencia.
Aquí, el liderazgo de Vargas Landeros será clave para garantizar que los recursos se utilicen de manera eficiente y que los beneficios lleguen a los productores y comunidades que más lo necesitan.
El alcalde no escatimó elogios hacia el gobernador Rubén Rocha Moya y la presidenta Claudia Sheinbaum, destacando su apoyo al municipio.
Este tipo de declaraciones forman parte del discurso político clásico en busca de cohesión con los niveles superiores de gobierno. Sin embargo, también reflejan una dependencia financiera significativa de Ahome respecto a las aportaciones federales y estatales.
El municipio debe aspirar a diversificar sus fuentes de ingresos y fortalecer su capacidad de recaudación local. Si bien las inversiones externas son fundamentales, la autonomía financiera es un aspecto que suele relegarse en estos discursos.
La reunión nacional anunciada por Vargas Landeros, donde se discutirán la optimización de recursos y la multiplicación de las participaciones, es un compromiso que, aunque suena prometedor, debe traducirse en resultados medibles.
En muchas ocasiones, este tipo de encuentros generan expectativas altas que no siempre se cumplen.
El verdadero indicador de eficacia no será la promesa de optimización, sino la calidad y el impacto de las obras públicas realizadas, especialmente en un municipio como Ahome, donde las demandas sociales y económicas son amplias.
RETO
El puerto de Mazatlán cerró el 2024 con un incremento notable en su flujo de pasajeros aéreos, reportando un crecimiento del 15.2 % en comparación con el año anterior. Este logro, informado por la presidenta municipal Estrella Palacios Domínguez, destaca la consolidación de Mazatlán como un destino atractivo tanto para el turismo nacional como internacional. Sin embargo, más allá de las cifras, el reto ahora es garantizar que este crecimiento sea sostenible y se traduzca en un desarrollo integral para la ciudad.
De acuerdo con datos del Grupo Aeroportuario Centro Norte (OMA), Mazatlán recibió 1 millón 868 mil 817 pasajeros en 2024, frente a los 1 millón 621 mil 740 de 2023. Este aumento se desglosa en un incremento del 16.1 % en pasajeros nacionales y del 11.7 % en internacionales.
Los vuelos temporales Mazatlán-Los Ángeles y Mazatlán-Minneapolis, operados por Delta, fueron un punto clave en la estrategia para captar turismo extranjero, complementando la constante llegada de visitantes nacionales.
El crecimiento del turismo nacional, que representa casi el 80 % del flujo total, es el pilar que sostiene el éxito del puerto. A través de una campaña de promoción turística conjunta entre el Gobierno de Mazatlán y la Sectur Sinaloa, se busca fortalecer este segmento, atrayendo más vuelos desde distintas regiones de México.
La apuesta por el turismo nacional tiene sentido en un contexto de fluctuaciones económicas globales. Sin embargo, esto no debe limitar la ambición de diversificar mercados y fortalecer los vínculos internacionales, especialmente con el mercado estadounidense, que históricamente ha sido clave para Mazatlán.
El crecimiento en el flujo de pasajeros representa una oportunidad, pero también plantea desafíos. Para que este aumento se traduzca en beneficios reales, es necesario:
Mejorar la infraestructura turística: La llegada de más visitantes exige hoteles, transporte y servicios de calidad que estén a la altura de las expectativas de un mercado competitivo.
Ampliar la conectividad aérea: Aunque los vuelos temporales internacionales han sido un éxito, es crucial establecer rutas permanentes que consoliden a Mazatlán como un destino fijo en los itinerarios globales.
Equilibrar el desarrollo: El crecimiento turístico debe ir acompañado de estrategias que beneficien a la población local, evitando que el aumento de visitantes genere problemas como saturación o gentrificación.
Mazatlán cierra el 2024 con un panorama alentador en términos de conectividad aérea y flujo turístico. Sin embargo, el verdadero éxito radicará en convertir estos números en un desarrollo integral y sostenible.
La administración de Estrella Palacios Domínguez tiene ante sí la oportunidad de consolidar al puerto como un destino internacional competitivo, pero deberá enfrentar con estrategia y visión los retos que vienen con este crecimiento. Mazatlán no solo debe volar alto; debe asegurarse de aterrizar en un futuro donde el turismo sea sinónimo de progreso para todos.
ENE 13 2025