Piripituchi
Al Trochi Mochi
Jesús José Báez Pineda
Empoderamiento de la Mujer en México.
Estudios realizados por Doctorados en Sociología y la Facultad de Ciencias Políticas Públicas y Sociales de la UNAM han dado como resultado, que la mujer está ganando espacios en todos los ámbitos, de trabajo, educación superior y esferas de poder, en resumen en el trabajo se analizan los cambios de la participación femenina en el ámbito laboral, en la educación superior, en los cargos de representación política y en los puestos de dirección empresarial en México y el mundo. Con base en la interpretación de datos estadísticos se exponen las oportunidades y obstáculos para el desarrollo de las mujeres en los ámbitos señalados, además de las transformaciones e inercias que se dan tanto en el ámbito institucional y organizacional como en el de las apreciaciones y valores de los ciudadanos(as).
Palabras clave: Mujeres, trabajo, educación, política, empresas.
La acelerada incorporación de las mujeres al trabajo Lextradoméstico y su incremento en la matrícula universitaria constituyen cambios sociales sin precedente que transformaron radicalmente las sociedades de la segunda mitad del siglo XX. Junto con el aumento de la participación femenina en la economía y el nuevo perfil de la división sexual del trabajo, durante los últimos treinta años hemos sido testigos de otros cambios dramáticos producidos por la glo–balización de los mercados financieros y laborales, el acelerado desarrollo científico y tecnológico, la creciente importancia de las comunicaciones y de los sistemas de transporte, el hundimiento del imperio soviético y la transformación de algunas de las grandes organizaciones públicas y privadas.
Paralelamente, durante este mismo periodo se ha dado un notable crecimiento de los hogares monoparentales de jefatura femenina. Para mediados de la década de 1990 en América Latina, uno de cada cinco ya estaba sostenido por una mujer y, en México, en un periodo de cinco años (2000–2005) éstos aumentaron de 4.6 a 5.6 millones lo cual representa el 23 por ciento del total.
La presencia activa de las mujeres se ha hecho evidente en todos los ámbitos. En la vida política contemporánea la equidad de género y el rechazo de la idea de que los hombres son mejores líderes políticos que las mujeres, se ha llegado a considerar como un importante componente de la democratización.
Hoy tenemos a once mujeres de distintas regiones del mundo que son jefas de Estado o de Gobierno lo cual de alguna forma prueba que el estatuto de la mujer está avanzando en diversas civilizaciones y continentes. Recientemente hemos sido testigos del ascenso de Ángela Merkel como primera ministra de Alemania (a partir de noviembre de 2005) y de Michelle Bachelet a la presidencia de Chile, a partir de mayo de 2006. Durante ese mismo año Segolène Royal fue candidata para las elecciones en Francia y Hillary Clinton participó en la campaña hacia la Casa Blanca. A pesar de que en términos generales la presencia de las mujeres en los principales cargos de los gabinetes gubernamentales continúa siendo reducida, en Estados Unidos Madelen Albright y Condollezza Rice han estado al frente de la Secretaria de Estado como responsables de la política internacional; y en el mundo contemporáneo en algunos países como Chile y España el cincuenta por ciento de los puestos de primer nivel están ocupados por mujeres.8 En lo referente al ámbito del sector privado algunas de las corporaciones mas importantes en áreas de punta como las industrias de la computación y de la comunicación han llegado a estar presididas por mujeres.
A partir de esta realidad, en el presente trabajo se analizará la participación de las mujeres en las principales esferas del poder económico y político de México como funcionarias públicas, en los cargos de elección, representación y de dirección en el gobierno, y las compañías privadas. Como ya se ha señalado, lo anterior responde a la creciente participación femenina en la fuerza de trabajo y su inserción en las carreras universitarias.
PARTICIPACIÓN LABORAL
En consonancia con lo que ocurre en otras partes del mundo, a partir de la década de 1970 los mercados de trabajo en México se caracterizan por una creciente participación de las mujeres. Como lo muestra el siguiente cuadro ésta se ha incrementado notablemente pasando del 20% en 1970 al 36.5% en el año 2005, y llegando hasta el 40% en las zonas urbanas
Las transformaciones en las características de la población ocupada del país se han visto acompañados por cambios en los valores relacionados con las familias, el trabajo y las mujeres. Un creciente número de mexicanos considera que la realización de éstas últimas no depende únicamente de la maternidad sino que también tiene que ver con sus actividades y expectativas laborales, profesionales y sociales y con el desempeño en una multiplicidad de roles. Mientras en la sociedad mexicana de 1981, la creencia de que una mujer sólo podía realizarse a través de la maternidad era mayoritaria (en el 54% de los casos), en la actualidad el porcentaje que tiene esta opinión ha descendido en casi veinte puntos (equivalente al 36%).
La presencia de las mujeres en el ámbito laboral es especialmente relevante en el comercio y los servicios, donde su participación alcanza el 45.9% y el 44.7% respectivamente. Como contraste, la inserción de las mujeres todavía es sumamente reducida en sectores considerados tradicio–nalmente masculinos como el de la construcción (5.6%).
Por otra parte, aún existen notables diferencias entre las percepciones económicas con relación al sexo. Mientras el porcentaje de hombres que gana un salario mínimo es de 5.1%, entre las mujeres alcanza el 13.4%. Como contrapartida, el 17.4% de los hombres ganan más de cinco salarios mínimos y entre las mujeres este número apenas llega al 10.7%. Estos datos ratifican la información proporcionada por investigaciones recientes que han demostrado la existencia de elevados índices de discriminación salarial en perjuicio de las mujeres.
Al Trochi Mochi
Solo por Hoy Por todo el Estado de Sinaloa.
Justicia Social y reconocimiento a las mujeres olvidadas por sus logros y el aporte histórico a nuestro Sinaloa.
el diputado local de Morena. Ambrocio Chávez, subió a tribuna, y fue preciso y certero, al hacer mención del poco reconocimiento que se le ha dado en el pasado a mujeres ilustres de nuestro estado,
Reivindicación de las Mujeres Sinaloenses desde una perspectiva histórica, es el título de mi ponencia en esta reunión.
“Sin las mujeres no hay transformación y no hay cambio en Sinaloa ni en México”, porque representan más de la mitad de la población pero no solamente por eso, por la inteligencia, por la capacidad, por la creatividad, por el aporte.
• Se reconoce por todos el avance que se ha logrado en el empoderamiento de las mujeres; la igualdad en los derechos políticos; es notoria la presencia de las mujeres en la educación; en la salud; en el trabajo; la ciencia; la cultura, el deporte, en la industria, en el campo, el comercio, los servicios, entre otros ámbitos. Claro está que los salarios todavía no se igualan, no se igualan los salarios, todavía falta mucho por avanzar.
• Durante milenios las mujeres han aportado al desarrollo de los pueblos; sin embargo, existen frenos o lastres en la sociedad, tales como el machismo, la discriminación, el autoritarismo, la misoginia que frenan la plena igualdad entre mujeres y hombres.
• Quien puede negar que hoy las mujeres se sitúan por mérito propio en Organismos Internacionales; como Presidentas de Naciones; como Gobernadoras; Presidentas Municipales, Senadoras, Diputadas Federales y el mejor ejemplo es esta 64 Legislatura, con 23 Diputadas Sinaloenses, mismas que están llamadas a hacer y estamos llamados a hacer historia.
Sin embargo, desde mi punto de vista tenemos que aprovechar que hoy soplan vientos en favor de las mujeres, son los tiempos de las mujeres, para replantearnos, revisar crítica y constructivamente, una perspectiva poco tratada, me refiero a una retrospectiva histórica, que recupere el olvido y el menosprecio que tiene y han tenido las mujeres en el devenir de los cambios en los últimos 200 años; por decir una cantidad, ante lo cual, les planteo algunas interrogantes fundamentales:
• ¿Por qué, por qué, el muro de honor, este muro de honor del Estado, de este H. Congreso del Estado, sólo se encuentra una sola mujer, Agustina Ramírez, huérfana, y el resto puros hombres? 27, 27, entre los dos muros y 4 instituciones, ¿por qué Agustina Ramírez solamente nos representa a las mujeres?
• ¿Acaso en estos 200 años, no ha habido mujeres que han aportado a la cultura, a la ciencia y al desarrollo? Claro que sí han aportado, claro que sí, ¿de dónde nacieron esos hombres? sino de las mujeres.
• ¿Acaso en estos 100 o 200 años la tierra Sinaloense no parió mujeres sobresalientes?
• ¿Por qué los nombres que llevan nuestras calles, las plazas, las escuelas, los hospitales, en un 99% son nombres de hombres y no de mujeres? Qué casualidad, que casualidad, vean los nombres de las calles de Mazatlán, de las principales ciudades, y van a encontrar 99 hombres, ni al 1% de mujeres, eso es un olvido histórico, eso es una falta de respeto a la mujer.
• ¿Por qué se llegó a este olvido histórico de las mujeres sinaloenses? Por qué hemos llegado a ellos
Debería darnos vergüenza este olvido y discriminación de las mujeres de Sinaloa; pero nunca es tarde para reivindicar la inteligencia, el amor, la belleza, la creatividad, el trabajo y el espíritu indomable de las mujeres de estas tierras.
Como muestra un botón: ¿Quién no recuerda con cariño y respeto a la inolvidable Lola Beltrán de Rosario; las glorias de Ángela Peralta, soprano y compositora mexicana de fama internacional, conocida en el siglo XIX como el ruiseñor mexicano; quién no recuerda a Inés Amelia Arredondo, escritora de Culiacán; Amparo Ochoa, culichi cantante popular, conocida en todo el mundo; Agustina Achoy Guzmán, maestra del Realito, Navolato, fundadora y directora de la Escuela Normal de Sinaloa; Alba Elena de Acosta, de Culiacán, poetiza, ensayista y creadora de cuentos; Socorro Astol, actriz y directora de teatro, de origen chileno, sinaloense por adopción; Dora Josefina Ayala Castro, poetiza de Tetaroba, el Fuerte; María del Refugio Báez Santoyo, primera mujer abogada del Colegio Civil, Rosales, catedrática de la UNAM, nacida en San Javier Badiraguato; Veneranda Bátiz de Peña, primera mujer graduada como química del Colegio Civil, Rosales, nacida en Sataya, Navolato.
Por supuesto nuestra madre Revolucionaria Agustina Ramírez de Villa de Mocorito, la Atenas de Sinaloa.
Cabe incorporar a más mujeres sinaloenses de esta última época: María del Rosario Espinoza, con tres medallas olímpicas en la rama de Tae kwon do, de la Brecha, Guasave; Brisa Silva ha sido figura mundial en las grandes ligas de basquetbol originaria de Chametla, el Rosario; Luz Daniela Gaxiola, campeona mundial de ciclismo, nacida en Culiacán.
No puedo dejar de mencionar a Hilda Gaxiola deportista Olímpica en volibol de playa; la cantante Ana Gabriel, ambas de Guamúchil, Salvador Alvarado.
Muchas mujeres más, como Meché Murillo, luchadora social, Magaly Reyes que se nos adelantó, igual que Norma Corona luchadora social y derechos humanos, Martita Guadalupe Arredondo Sandoval, 59 años trabajando en el Congreso, y siempre apoyando a los diputados.
Finalmente agrego a las mujeres héroes olvidadas; las jornaleras que laboran en los campos agrícolas de Sinaloa para llevar la comida a la mesa y para exportar los frutos del campo; las enfermeras y doctoras, que cuidan con esmero y pasión a los enfermos; las mujeres rastreadoras; las pepenadoras en los basurones; las mujeres que hoy en la pandemia se convirtieron en maestros sin sueldo, a todas las mujeres de Sinaloa un reconocimiento.
PROPUESTAS
- Integrar desde este Congreso una Comisión Interinstitucional formada paritariamente mujeres y hombres , junto con la Universidad Autónoma de Sinaloa, junto con Universidad Autónoma de Occidente, los cronistas de Sinaloa, el Archivo histórico del Estado, el Colegio de Sinaloa, colectivo de mujeres, la Secretaría de las Mujeres y coordinada por la Dirección de estudios parlamentarios del H. Congreso del Estado y por los que nos compete participar en este Congreso, para que se organice una investigación social-científica de los últimos 100-200 años en Sinaloa, para que de esa investigación donde han participado, para tener un estudio completo, de nuestras mujeres en la participación del desarrollo del Estado, y con ese propósito:
• Contar con un banco de información histórica y actual sobre las mujeres en Sinaloa.
• Producto de esa investigación también es posible seleccionar la o las que se considere por este Congreso, sean idóneas para inscribirlos en el muro de honor. Vamos logrando equidad en el muro de Honor.
• Y no nada más eso, que haya también una galería del Estado de Sinaloa, donde estén ahí, después de esa investigación, las fotografías y la historia de hombres y mujeres, abuelas, madres, o las gentes que nos antecedido que se les ha negado su historia y su participación.
• Publicar un libro con esa investigación también, apoyado por el Congreso del Estado.
• Impulsar en todos los ámbitos los nombres de las mujeres, que se pongan los nombres de mujeres en calles, plazas, escuelas, hospitales, que se vayan creando en Sinaloa de aquí en adelante.
• Exhortar como Congreso del Estado a los Ayuntamientos, Cabildos, Gobierno del Estado para que juntos impulsemos una cultura en favor de la mujer. Que se reconozca la participación de las mujeres en el ámbito local, en el Municipio, en las Sindicaturas, en las colonias en las comunidades, ahí tenemos también héroes anónimos, anónimas.
• Fomentar desde las familias y las escuelas los valores de respeto y reconocimiento hacia las mujeres. - Espacios de difusión enfocados principalmente sobre temas de las mujeres, en todos y cada uno de los diferentes medios de comunicación, prensa escrita, medios digitales, radio y televisión. Realizar congresos, conferencias, entrevistas, para sensibilizar como sociedad y aprender juntos a respetarnos y enfatizar el gran papel de las Mujeres en la sociedad.
¡Ánimo!