Entre Veredas

Marco Antonio Lizárraga

“No se pasa de lo posible a lo real, sino de lo imposible a lo verdadero”,  María Zambrano

ENTREGA DE PRESUPUESTO

La entrega de la iniciativa de Ley de Ingresos y Presupuesto de Egresos 2025 al Congreso del Estado por parte del secretario de Administración y Finanzas, Joaquín Alberto Landeros Güicho, marca un punto clave para la agenda del gobierno de Rubén Rocha Moya.

Con un monto propuesto de 70 mil 004 millones de pesos, el presupuesto pretende reflejar los principios de justicia social y equidad promovidos por la administración estatal, enmarcados en los valores de la Cuarta Transformación.

Sin embargo, más allá del discurso político, surgen interrogantes sobre el alcance de esta propuesta para enfrentar los retos estructurales de Sinaloa.

Uno de los puntos destacados en la iniciativa es el incremento en los recursos destinados a la seguridad pública, con un presupuesto de 2 mil 003 millones de pesos.

Este aumento busca mejorar la capacidad operativa y la infraestructura, además de la incorporación de 100 nuevos elementos a la policía estatal. Asimismo, se proyectan 51.6 millones de pesos para fortalecer instituciones de seguridad pública.

Por otro lado, la Fiscalía General del Estado recibirá un incremento que alcanza los 70 millones de pesos para fortalecer áreas sensibles como la atención a mujeres víctimas y desaparición forzada.

Aunque estas medidas abordan necesidades apremiantes, surge la pregunta de si estos recursos son suficientes para impactar significativamente en la percepción de inseguridad y en la resolución de problemas como la impunidad y la violencia de género.

El sector educativo mantiene un lugar central en el presupuesto, con 734 millones de pesos destinados a la infraestructura educativa y 11 mil 662 millones para subsidios a universidades.

La Universidad Autónoma de Sinaloa contará con 7 mil 714 millones, reafirmando su papel en el sistema educativo estatal. También se asignan recursos a programas de uniformes escolares y mejoramiento de planteles, lo cual beneficia directamente a la población estudiantil y a la economía local.

No obstante, la presión sobre las finanzas públicas por deudas históricas limita el margen de maniobra para ampliar estos programas.

Si bien se plantea una política responsable para abordar estos adeudos, las restricciones presupuestales podrían frenar el desarrollo de proyectos educativos a largo plazo.

Un aspecto controvertido es la reducción de recursos para la obra pública, que se limita a 410 millones de pesos.

Este ajuste responde a la necesidad de solventar irregularidades heredadas, como los reintegros de incentivos cobrados indebidamente por administraciones anteriores.

Aunque la política de austeridad busca garantizar finanzas responsables, la disminución en infraestructura podría afectar el desarrollo económico y social del estado.

El presupuesto también busca atender sectores clave como la pesca y la acuacultura, con 220 millones de pesos destinados al apoyo directo y equipamiento. En el sector agrícola, se duplican los fondos para semillas y se destinan 300 millones de pesos a programas de desarrollo productivo.

Estas medidas son relevantes para la economía sinaloense, pero será crucial asegurar que los recursos lleguen efectivamente a los beneficiarios y que se traduzcan en mejoras reales en la producción y calidad de vida.

En cuanto a los sectores vulnerables, destaca el aumento del 29% para la Secretaría de las Mujeres, con énfasis en programas contra la violencia de género y apoyo a mujeres en situación de orfandad.

Sin embargo, el impacto de estos fondos dependerá de una implementación eficaz y de la capacidad del gobierno para supervisar y evaluar los resultados.

La propuesta presupuestal de 2025 presenta un enfoque social y equitativo, con prioridades claras en seguridad, educación y atención a sectores vulnerables.

No obstante, las limitaciones derivadas de deudas históricas y la reducción en obra pública plantean desafíos significativos para su implementación.

La clave estará en cómo el gobierno de Rocha Moya logre equilibrar el cumplimiento de compromisos financieros con la necesidad de impulsar el desarrollo estatal.

Además, la supervisión y ejecución efectiva de estos recursos será fundamental para garantizar que el presupuesto realmente cumpla con los objetivos planteados y responda a las necesidades de los sinaloenses.

En este contexto, el papel del Congreso será crucial para analizar y, en su caso, ajustar esta propuesta, asegurando que las prioridades del presupuesto reflejen las demandas de la ciudadanía y contribuyan al bienestar colectivo en un marco de sostenibilidad financiera.

Ahora la pelota está de lado del Congreso, el diputado Ambrocio Chávez Chávez y los integrantes de su comisión tienen trabajo por hacer, para favorecer o ajustar los proyectos que se contemplan en el presupuesto del 2025.

ACCIONES

El Gobierno del Estado de Sinaloa está marcando un cierre de 2024 significativo con una inversión total de 5 mil 500 millones de pesos destinados a mil 500 obras, según lo informado por el Secretario de Obras Públicas, Raúl Montero Zamudio.

Este esfuerzo refleja una estrategia integral de desarrollo urbano y social, que abarca desde vialidades hasta proyectos de agua potable, drenaje y rehabilitación de carreteras, con un enfoque claro en mejorar las condiciones de vida de las y los sinaloenses.

Uno de los rubros más destacados dentro de la inversión es el sector de vialidades, con 364 obras de pavimentación y rehabilitación que suman una inversión de mil 349 millones de pesos.

Estas obras abarcan una amplia gama de proyectos en distintos puntos del estado, desde Ahome hasta Mazatlán, pasando por Guasave, Angostura, Guamúchil y Badiraguato, entre otros.

La pavimentación de arterias claves, como el boulevard Adolfo López Mateos en Ahome o la rehabilitación del malecón en Guasave, no solo tiene un impacto directo en la movilidad, sino que también contribuye a la reactivación económica local, al facilitar el transporte de personas y mercancías.

A su vez, estos proyectos también mejoran la accesibilidad en zonas turísticas y comerciales, generando un impacto positivo en el comercio y el desarrollo regional.

En total, se pavimentaron 78 kilómetros lineales, lo cual demuestra un esfuerzo sustancial para mejorar la conectividad en el estado, una de las demandas más apremiantes de la ciudadanía.

La inversión en vialidades no solo mejora la calidad de vida, sino que también representa un pilar para la construcción de infraestructura moderna y eficiente en el estado.

Mirando hacia el futuro, el gobierno estatal no se detiene con el cierre del 2024. Proyectos como el malecón margen izquierdo del Río Culiacán, el enlace Agricultores con la Autopista Benito Juárez, y los puentes elevados en Mazatlán y Guasave, destacan como iniciativas clave para 2025 y los próximos años de la administración.

Estos proyectos, que requieren una inversión de mil 700 millones de pesos, abordan problemáticas estructurales en la infraestructura vial y urbana, mejorando tanto la conectividad como la seguridad vial en zonas de alto tráfico.

El malecón margen izquierdo en Culiacán, por ejemplo, no solo tiene un propósito de infraestructura, sino también de embellecimiento urbano y de potenciación de los atractivos turísticos de la ciudad.

Este tipo de proyectos refleja un enfoque integral que no solo se centra en la funcionalidad, sino también en el mejoramiento estético y la creación de espacios públicos que beneficien a las comunidades.

El secretario Raúl Montero Zamudio también destacó el esfuerzo por atender las necesidades básicas de la población, como el acceso al agua potable, drenaje, represos y la rehabilitación de carreteras.

Estos proyectos son fundamentales para garantizar la sostenibilidad de las zonas rurales y urbanas del estado, asegurando que la infraestructura básica esté a la altura de las demandas de la ciudadanía.

Además, el compromiso con las obras de sentido social, que son aquellas que directamente impactan el bienestar de la población más vulnerable, se mantiene firme.

Los recursos destinados a mejorar las condiciones de vida en zonas rurales, mediante obras de pavimentación y acceso a servicios básicos, refuerzan la visión de un gobierno que prioriza el desarrollo integral.

El cierre del 2024 con una inversión histórica en infraestructura social marca un avance importante en la administración de Rubén Rocha Moya.

Las 1,500 obras contempladas, con un fuerte enfoque en vialidades y servicios básicos, dan cuenta de una estrategia gubernamental orientada a mejorar las condiciones de vida de los sinaloenses y potenciar el desarrollo regional.

Con un plan de obras que se extiende hacia 2025, el gobierno estatal ha consolidado su compromiso con el desarrollo económico y social de Sinaloa, enfocándose en proyectos clave que impactarán positivamente la calidad de vida de miles de ciudadanos.

Estos esfuerzos deben ser acompañados de una evaluación constante para asegurar que las inversiones se traduzcan en mejoras tangibles y sostenibles, beneficiando a todos los rincones del estado.

APUESTA

El Secretario General de Gobierno, Feliciano Castro Meléndrez, destacó la importancia de la cultura como un componente esencial para avanzar en la recuperación de la normalidad plena y la paz en Sinaloa.

Durante su intervención en la conferencia de prensa de la Vocería del Estado, subrayó que la cultura no solo es un conjunto de tradiciones y expresiones, sino que constituye la esencia misma de la identidad de una comunidad, en este caso, de la sociedad sinaloense.

Castro Meléndrez destacó la profunda conexión que la cultura tiene con el pueblo sinaloense, haciendo énfasis en que valores como la bondad y la solidaridad son pilares fundamentales de la identidad cultural de la región.

Estos principios, según el funcionario, son la base para restablecer el tejido social que ha sufrido debido a la violencia y otras problemáticas que han afectado a Sinaloa en los últimos años.

La cultura, en este sentido, se presenta no solo como un reflejo de las costumbres, tradiciones y expresiones artísticas del estado, sino como un motor de cambio y cohesión social. La solidaridad y la bondad, entendidas como virtudes profundamente arraigadas en el pueblo sinaloense, pueden ser el catalizador necesario para superar los retos que enfrenta la comunidad.

Una de las peticiones clave de Castro Meléndrez fue el llamado a la ciudadanía para que continúe tomando las calles y restablezca la convivencia social.

En su visión, la participación activa de los sinaloenses en actividades culturales y comunitarias es esencial para reconstruir los lazos de confianza y colaboración entre las personas.

El dinamismo urbano, representado por la revitalización de espacios públicos y la promoción de eventos culturales, es un factor determinante para fomentar el sentido de pertenencia y seguridad dentro de las ciudades.

Al salir a las calles, a participar en actividades culturales, los ciudadanos no solo reconstruyen la identidad colectiva, sino que también contribuyen de manera directa a la recuperación del espacio público y al fortalecimiento de la paz social.

El Secretario General de Gobierno hizo un enfático llamado a todos los sectores de la sociedad a trabajar en conjunto para fortalecer el tejido social.

La cultura, desde esta perspectiva, se presenta como un vehículo para sanar las heridas sociales y emocionales dejadas por la violencia, el desempleo y la desconfianza.

Restablecer el tejido social requiere la participación activa de todos: desde autoridades gubernamentales, instituciones educativas, hasta cada uno de los ciudadanos.

La reconstrucción de una comunidad unida y fuerte, que se valore a sí misma y sus tradiciones, es un paso fundamental para la recuperación de la paz y la normalidad.

mlizarraaga1@entreveredas.com.mx

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Por elpiripituchi

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