Sergio Sarmiento

La presidenta Sheinbaum decidió envolverse en la bandera nacional y hacer gala de su patrioterismo. “Nadie se burla de los mexicanos y de las mexicanas”, espetó ayer en la mañanera cuando se le preguntó por las risas en un seminario en la Escuela de Derecho de la Universidad Harvard ante la explicación del ministro Alfredo Gutiérrez Ortiz Mena sobre los requisitos para ser electo juez en México. “Tenemos una legislación habilitante y no bromeo, tener un excelente promedio de 3, nuestra Constitución dice eso, y cinco cartas de recomendación de tus vecinos” (el promedio de 3 en Estados Unidos equivale al 8 mexicano). La explicación arrancó risas entre los juristas en el seminario.

Una molesta Sheinbaum respondió ayer en la mañanera: “El pueblo de México tomó una decisión y la elección de jueces, juezas. A mí me toca defender a mi pueblo y a mi país y a mi patria y a todos los mexicanos también. Entonces, será muy reconocida la escuela de Harvard, pero sería bueno que la escuela hiciera una investigación sobre la corrupción en el poder judicial mexicano. En México se toma una decisión que existe en Estados Unidos, o sea, en Estados Unidos jueces se eligen. Es más, hay estados de la república en Estados Unidos que los jueces se eligen por partido político”.
Coincido con la presidenta. La elección de jueces locales –ninguno federal– en la Unión Americana es un procedimiento incorrecto y cuestionable. Bien lo señaló la ministra morenista Loretta Ortiz el 26 de noviembre de 2023 cuando recordó el caso de un juez local en Estados Unidos que decretó la pena de muerte contra un mexicano pese a que había pruebas de su inocencia: “En ese momento le pregunté, ‘¿por qué emitió esa sentencia?’. Y lo dijo clarito: ‘Es que esto me dio más popularidad, me dio la oportunidad de ascender en mi carrera judicial’, y eso es lo que no podemos permitir”. Las críticas de grupos liberales en Estados Unidos a esta forma de escoger jueces locales, que defienden los conservadores, han sido constantes.
En Estados Unidos, por lo menos, cualquiera puede postularse como candidato a juez si cumple con los requisitos, como tener cuando menos 10 años de experiencia como abogado para ser ministro de la Suprema Corte o magistrado de la Corte de Apelaciones en Texas. En México, según la nueva Constitución morenista, solo los candidatos aprobados por unos comités de evaluación podrán ser postulados. Esto coloca la llave en las manos de los líderes del partido hegemónico. No sorprende que el presidente del Senado, Gerardo Fernández Noroña, y el coordinador de los diputados de Morena, Ricardo Monreal, hayan empezado a pelearse sobre cuántos miembros del comité de evaluación podrán escoger.
Coincido también con la presidenta que esta reforma judicial no debe ser motivo de risas. Los problemas que creará son muy serios. La Cuarta Transformación quiere un sistema en que los jueces sean controlados directamente por el ejecutivo, como en los tiempos del viejo PRI. Mucho del control lo ejercerá un tribunal de Disciplina, que no existe en Estados Unidos.

La presidenta sostiene que con esta reforma judicial se acabarán la corrupción y el nepotismo en el poder judicial, males que su asesor jurídico Arturo Zaldívar aseguró haber eliminado con su reforma de 2022, cuando era presidente de la Suprema Corte.
Pero no hay ninguna medida en la nueva reforma que siquiera sugiera un camino para acabar con estos males. Al contrario, la 4T, que se ha caracterizado por entregar cargos públicos con criterios de nepotismo, influyentismo y lealtad política, no de preparación, busca únicamente eliminar la independencia de los jueces.
Fuga

Entre el 1 y el 11 de octubre salieron de México 18,354.41 millones de pesos que estaban en instrumentos del gobierno mexicano, reporta la economista Gabriela Siller de Grupo Financiero Base con datos de Banxico. Es una situación manejable hasta ahora, pero preocupante. Habrá que estar atentos.

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OCT 23 2024

Por elpiripituchi

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