Entre Veredas
Marco Antonio Lizárraga
“Puede que no haya llegado donde tenía la intención de ir, pero creo que he terminado donde tenía que estar”, Douglas Adams
¿Intenciones correctas?
ACIERTO
El nombramiento de Gloria Himelda Félix Niebla como secretaria de Educación Pública y Cultura en Sinaloa no es un movimiento aislado, sino una decisión con implicaciones políticas importantes y estratégicas, dada su vasta experiencia en diferentes áreas del servicio público y su reciente alineación con la Cuarta Transformación encabezada por Claudia Sheinbaum Pardo.
Esta trayectoria le otorga tanto una gran capacidad de gestión como un perfil político alineado con los intereses de la administración estatal, encabezada por Rubén Rocha Moya.
Félix Niebla ha demostrado a lo largo de su carrera ser una operadora política versátil, con una sólida formación académica en derecho por la Universidad Autónoma de Sinaloa (UAS).
Su experiencia administrativa empezó desde la dirección del Cuerpo de Defensores de Oficio del Estado, un cargo que le permitió entender los procesos legales y la importancia de la justicia para los sectores más vulnerables.
Su carrera tomó un giro político relevante al ser electa diputada local en la LIX Legislatura, y desde entonces ha ocupado una serie de puestos de responsabilidad pública a nivel local y federal, donde su capacidad de liderazgo y negociación ha sido notable
Uno de los hitos más destacados en su carrera fue su gestión como presidenta municipal de Mocorito, un municipio que históricamente ha enfrentado desafíos en términos de desarrollo y recursos.
En ese contexto, su capacidad de gestión y su cercanía con las comunidades locales le permitió consolidar una base de apoyo político que le impulsó a otras posiciones clave, como diputada federal en la LXIII Legislatura.
Durante su paso por la Cámara de Diputados, ocupó cargos de gran relevancia, como vicepresidenta de la Mesa Directiva y la Comisión Permanente, además de su papel como secretaria y coordinadora de la Comisión de Puntos Constitucionales, un espacio donde se discuten reformas clave para la estructura legal del país.
Su rol en la diplomacia, representando a México ante la Unión Europea, también refleja su versatilidad y su capacidad de adaptación a diferentes entornos.
Otro aspecto relevante de su carrera es su participación en foros y congresos internacionales donde se han tratado temas de alto impacto, como democracia, derecho, política criminal legislativa, ecología y acceso a la información pública.
Esta participación le ha permitido adquirir una visión amplia y global sobre los retos que enfrenta el país y, en particular, los sectores vulnerables en Sinaloa.
El hecho de que Félix Niebla haya renunciado al PRI, un partido en el que fue una figura relevante por muchos años como consejera política municipal, estatal y nacional, para sumarse al proyecto de la 4T, es un indicio claro de su capacidad para adaptarse a las nuevas corrientes políticas.
Esta decisión subraya su visión estratégica y su alineación con las tendencias políticas actuales, lo que sin duda influyó en su nombramiento para un cargo tan politizado como la Secretaría de Educación Pública y Cultura.
El reto que enfrenta al asumir la titularidad de la SEPyC no es menor. La secretaría ha sido un foco de tensiones, sobre todo en relación con el magisterio y las políticas educativas en un contexto de inseguridad creciente en el estado.
Catalina Esparza Navarrete, su antecesora, fue duramente criticada por su falta de empatía con los maestros, especialmente en su manejo del retorno a clases en medio de la violencia. Félix Niebla, con su experiencia legislativa y ejecutiva, tendrá que encontrar un balance entre las demandas del magisterio, la administración pública y los intereses políticos del estado.
Su amplio conocimiento en temas de derecho y su capacidad para negociar y tomar decisiones en contextos complejos serán claves en su gestión.
Además, su historial como líder política en distintas instancias le otorga la ventaja de saber cómo manejar la presión y las expectativas tanto de su partido como de los sectores involucrados.
Ahora, tendrá que traducir esa experiencia en una gestión efectiva que logre avanzar en las reformas educativas necesarias en Sinaloa, garantizando no solo la estabilidad, sino también mejoras concretas en el sistema educativo de la entidad.
Félix Niebla tiene una trayectoria sólida que combina la experiencia política y administrativa con una clara capacidad para operar en contextos complicados.
Su nombramiento es una apuesta por alguien que no solo entiende la política estatal, sino que también está alineada con los nuevos proyectos nacionales de transformación.
Sin embargo, será su gestión al frente de la Secretaría de Educación la que realmente definirá su legado en este nuevo capítulo de su carrera política.
ENCAMINADOS
La reciente noticia sobre el levantamiento del paro de labores en la Universidad Autónoma de Sinaloa ha sido recibida con un suspiro de alivio por parte de diversos sectores.
Diputados de la 65 Legislatura Estatal, como Teresa Guerra Ochoa, Roxana Rubio y Sergio Torres Félix, han celebrado el acuerdo alcanzado entre las autoridades universitarias y la Secretaría de Gobernación, lo que permite el regreso de miles de estudiantes y maestros a las aulas.
Sin embargo, detrás de este desenlace “positivo” subyacen cuestiones fundamentales que debemos cuestionar: ¿es realmente una victoria para la educación o solo un respiro temporal en un conflicto más profundo?
Es cierto que la educación no debe ser rehén de intereses políticos, como bien señala la diputada Roxana Rubio.
La universidad es, o debería ser, un espacio dedicado a la academia, la investigación, la difusión de la cultura y la formación integral de los jóvenes, alejado de las luchas por el poder.
Sin embargo, la realidad es que la UAS, como muchas otras instituciones públicas, no ha podido escapar del influjo de las pugnas políticas que frecuentemente envuelven a quienes la dirigen.
El paro de labores, que afectó tanto a estudiantes como a maestros, fue una clara muestra de cómo los conflictos internos pueden impactar negativamente en la formación de los jóvenes.
Sergio Torres Félix subrayó la necesidad de que los estudiantes se mantengan ajenos a estos problemas, y en esto tiene razón.
Los jóvenes de Sinaloa no deberían verse arrastrados por disputas que poco tienen que ver con su formación académica.
No obstante, el paro y su levantamiento son solo la punta del iceberg de un problema más profundo. Las universidades públicas en México, y en este caso la UAS, no operan en un vacío.
Las decisiones que afectan a su comunidad —desde el presupuesto hasta los nombramientos en los altos cargos— están estrechamente vinculadas a la política.
Esto no es necesariamente negativo, siempre y cuando esos vínculos sirvan para fortalecer el proyecto educativo y no para debilitarlo. El problema surge cuando los intereses personales o de grupo toman el control y desplazan el enfoque académico.
Teresa Guerra Ochoa apuntó que el verdadero reto es que la UAS recupere su esencia. Este es quizás el punto más importante de toda esta situación por que la mencionan mucho. ¿Pero a que se refieren?
El levantamiento del paro es solo el primer paso, pero ¿qué medidas concretas se tomarán para que la universidad se fortalezca?
Hablar de mejorar la calidad académica, la investigación y el respeto por la pluralidad dentro de la institución es necesario, pero también se requiere un compromiso real para lograrlo.
El retorno a clases no puede ser visto únicamente como el fin del conflicto, sino como una oportunidad para reflexionar sobre el futuro de la universidad.
Si la UAS va a recuperar su esencia, como señala Guerra Ochoa, entonces se deben tomar decisiones que verdaderamente apunten hacia un fortalecimiento de su autonomía, un enfoque en la investigación de calidad y una gestión transparente, ajena a los intereses políticos que la han afectado.
Al final del día, el levantamiento del paro no es una victoria definitiva, sino una tregua en una batalla que debe librarse de manera más profunda.
La educación de los jóvenes no puede ser manipulada al antojo de intereses políticos, y si realmente se quiere preservar y fortalecer la UAS, las autoridades deberán centrarse en proteger su autonomía y garantizar un entorno donde la academia sea la prioridad.
Los legisladores que hoy celebran este acuerdo tienen la responsabilidad de mantenerse vigilantes y actuar en favor de estos principios si las circunstancias lo requieren.
La universidad y su comunidad se lo merecen.
NOVEDAD
La creación del municipio de Juan José Ríos, que se formalizará el próximo 30 de octubre, marca un hito en la historia de Sinaloa.
El alcalde de Ahome, Gerardo Octavio Vargas Landeros, anunció la entrega de terrenos con un valor estimado de 20 millones de pesos, así como infraestructura y mobiliario, a la nueva municipalidad.
Esta transferencia incluye una superficie total de 42,132 hectáreas, de las cuales 10,270 son agrícolas, y 26 comunidades que albergan a más de 6,000 habitantes.
Además, Vargas Landeros detalló que se transferirán claves catastrales, algunas con rezagos de pago, y se entregará toda la infraestructura de la Japama, que aunque no es nueva, sigue prestando servicios esenciales a la población.
El alcalde ofreció su apoyo a la alcaldesa electa y deseó éxito a Juan José Ríos en esta nueva etapa como municipio.
Este proceso marca el inicio de una etapa de independencia y desarrollo para Juan José Ríos, que ahora deberá gestionar sus propios recursos y enfrentar los retos de la municipalidad.
mlizarraga1@entreveredas.com.mx
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OCT 11 2024