Entre Veredas

Marco Antonio Lizárraga

“Cuando alguien te da su confianza, siempre te quedas en deuda con él”, Truman Capote

ES CLAUDIA

El ascenso de Claudia Sheinbaum a la presidencia de México marca un punto de inflexión tanto en la política nacional como en la representación de las mujeres en el poder. 

Su llegada, respaldada por 35.9 millones de votos, no solo consolida el proyecto de la Cuarta Transformación iniciado por Andrés Manuel López Obrador (AMLO), sino que también inaugura una nueva etapa en la vida pública del país, una en la que las mujeres están llamadas a desempeñar un rol más visible y decisivo.

Desde una perspectiva política, el triunfo de Sheinbaum no se puede desvincular del legado de AMLO, con quien mantiene una estrecha afinidad ideológica. 

Durante su primer discurso como presidenta, Sheinbaum reivindicó a su predecesor como uno de los grandes líderes en la historia de México, pero dejó claro que su gobierno no será una simple continuación del anterior. 

Con su promesa de profundizar en las políticas de justicia social y su enfoque en la justicia como base para la seguridad, Sheinbaum busca consolidar el humanismo mexicano que tanto ha promovido la Cuarta Transformación, pero con un matiz propio, alejado de la confrontación y militarización que caracterizó otros gobiernos.

Uno de los principales desafíos que enfrentará Sheinbaum en los primeros años de su mandato es la reforma del Poder Judicial, un tema que ha generado tensiones tanto dentro como fuera de su coalición.

 Si bien la presidenta aseguró que no busca controlar la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN), la propuesta de una transformación profunda del sistema judicial ha encendido alarmas en varios sectores.

 En este sentido, Sheinbaum deberá demostrar que su iniciativa busca modernizar y democratizar la justicia sin caer en el autoritarismo. Su capacidad para equilibrar las reformas necesarias con la independencia judicial será un termómetro clave para medir la solidez de su gobierno.

En el ámbito económico, Sheinbaum ha heredado un país relativamente estable, con baja inflación y un peso fuerte, resultado en parte de las políticas macroeconómicas de AMLO. 

No obstante, la presidenta ha señalado que el reto no es solo mantener esa estabilidad, sino también garantizar una mayor inclusión y equidad. 

La continuidad en programas sociales como la pensión universal y las becas a estudiantes, sumado a nuevos programas dirigidos a las mujeres y adultos mayores, apuntan a un gobierno que busca reducir las brechas sociales persistentes en México. 

Al mismo tiempo, Sheinbaum ha reafirmado su compromiso con el sector privado y la inversión extranjera, conscientes de la necesidad de mantener la confianza de los inversionistas para asegurar el crecimiento.

Uno de los aspectos más novedosos del discurso inaugural de Sheinbaum fue su insistencia en la digitalización de trámites y la facilitación del pago de impuestos como una herramienta para fomentar la inversión y la eficiencia administrativa.

Esto no solo refleja su formación como científica, sino también su entendimiento de que la modernización del Estado es crucial para enfrentar los desafíos de un país en constante cambio.

Sin embargo, uno de los puntos más sensibles que deberá gestionar es la seguridad. Aunque Sheinbaum reiteró su negativa a regresar a la “irresponsable guerra contra el narco” emprendida durante el gobierno de Felipe Calderón, la realidad es que la violencia y la inseguridad siguen siendo una de las principales preocupaciones de la población mexicana. 

El enfoque de la presidenta, centrado en la paz a través de la justicia social, será puesto a prueba en un contexto donde los cárteles y grupos criminales continúan desafiando la autoridad del Estado.

A nivel diplomático, la relación con Estados Unidos será central para la administración de Sheinbaum, particularmente en el marco del Tratado entre México, Estados Unidos y Canadá (T-MEC). 

Si bien la presidenta ha destacado la complementariedad económica entre los tres países, también deberá gestionar posibles fricciones en temas como el medio ambiente, derechos laborales y migración. 

El papel de México en América Latina y su relación con otros países en desarrollo también será clave en su agenda exterior, buscando fortalecer la cooperación económica y cultural.

Finalmente, en el plano simbólico, la presidencia de Claudia Sheinbaum representa una victoria para las mujeres de México.

El hecho de que los tres poderes de la Unión estén ahora encabezados por mujeres —con Sheinbaum en la presidencia, Norma Piña en la SCJN, e Ifigenia Martínez como presidenta del Congreso— envía un fuerte mensaje sobre el avance en la igualdad de género en el país. 

Sin embargo, este logro también plantea expectativas sobre cómo su administración abordará las problemáticas específicas que enfrentan las mujeres, desde la violencia de género hasta la brecha salarial.

En resumen, la presidencia de Claudia Sheinbaum se sitúa en una encrucijada crucial para México. Mientras busca consolidar los avances de la Cuarta Transformación, deberá enfrentar desafíos políticos, económicos y sociales que requieren de un liderazgo firme, pero también de una capacidad de diálogo y negociación. 

La reforma judicial, la seguridad, la economía y la igualdad de género serán los temas centrales que definirán su mandato, y el éxito de su gestión dependerá en gran medida de su habilidad para conciliar las demandas de los diversos sectores de la sociedad mexicana.

ESPALDARAZO

El respaldo expresado por el Gobernador de Sinaloa, Rubén Rocha Moya, a Claudia Sheinbaum Pardo durante su toma de protesta como Presidenta de México, es un reflejo de la unidad política y el consenso que existe dentro del movimiento de la Cuarta Transformación. 

Desde el inicio del evento en el Palacio Legislativo de San Lázaro, Rocha Moya manifestó su apoyo a Sheinbaum, subrayando la importancia de este nuevo capítulo en la historia del país, especialmente al ser la primera vez que una mujer ocupa el máximo cargo de la nación.

Rocha Moya, un aliado clave de Andrés Manuel López Obrador, ha sido una de las figuras más visibles en expresar su confianza en que Sheinbaum continuará el legado de transformación iniciado por el expresidente. 

A través de sus redes sociales, el gobernador afirmó que “hoy es un día histórico” y que “vamos a caminar de la mano de la primera Presidenta de México”, lo que refleja una visión compartida de consolidar los avances del movimiento en el país y, particularmente, en el estado de Sinaloa.

El gobernador no solo destaca la importancia simbólica de la llegada de Sheinbaum a la presidencia, sino también su capacidad para liderar el país en una etapa crucial. 

Al enfatizar que esta nueva etapa representa la “segunda fase de la Cuarta Transformación”, Rocha Moya asegura que el proyecto político de Morena, ahora bajo la dirección de Sheinbaum, se fortalecerá, manteniendo el rumbo hacia un México más justo y equitativo.

Este respaldo también resalta la cercanía ideológica entre el gobernador y la nueva presidenta, quienes comparten la visión de un gobierno basado en principios de justicia social, igualdad y desarrollo sustentable. 

Además, el compromiso de Rocha Moya de “caminar de la mano” con Sheinbaum señala que Sinaloa seguirá alineado con las políticas federales en áreas clave como la inversión, la seguridad y los derechos humanos.

El mensaje del gobernador deja claro que su apoyo a Sheinbaum no es solo protocolario, sino una muestra de confianza en su capacidad para liderar el país y consolidar la transformación en curso. 

Este respaldo refuerza la idea de que los gobernadores de Morena están unidos detrás de la nueva presidenta, y que el trabajo conjunto entre los estados y el gobierno federal será un pilar fundamental para el éxito de su administración.

Rocha Moya, al destacar la histórica naturaleza de este momento, no solo reafirma su apoyo a Sheinbaum, sino que también refleja el sentir de muchos mexicanos que ven en su mandato una oportunidad para profundizar el proceso de transformación que ha redefinido el rumbo político y social de México en los últimos años.

TRANSICIÓN

La reunión entre la presidenta electa de Mazatlán, Estrella Palacios Domínguez, y el alcalde saliente, Edgar González, celebrada el 30 de septiembre, marca el inicio de una transición clave para el futuro del municipio. 

El acuerdo alcanzado entre ambas partes para coordinar los trabajos de entrega-recepción de la administración municipal es un reflejo de la voluntad política por garantizar un proceso ordenado y transparente, alineado con lo estipulado por la Ley de Entrega y Recepción de los Asuntos y Recursos Públicos del Estado de Sinaloa.

Este encuentro pone en marcha la labor de las comisiones de enlace entre el gobierno entrante y saliente, que en los próximos 30 días se enfocarán en conocer de primera mano la situación administrativa del municipio. 

La presidenta electa, Estrella Palacios, presentó a los siete ciudadanos que integran su comisión de enlace, destacando la inclusión de perfiles técnicos y de confianza que tendrán la responsabilidad de evaluar, con rigor y en apego a la ley, el estado en el que se encuentra la administración de Mazatlán.

Encabezada por la Síndica Procuradora Electa, Minerva Osuna Zavala, la comisión trabajará bajo los lineamientos de los artículos 27 al 33 de la Ley de Entrega y Recepción. 

Este equipo contará con acceso a las oficinas, equipos, archivos, sistemas y otros recursos municipales, a fin de garantizar que la nueva administración inicie con una radiografía clara del estado que guarda el municipio. 

Esta disposición a trabajar juntos es crucial en un contexto donde, frecuentemente, las transiciones de gobierno pueden derivar en tensiones y confrontaciones que perjudican el buen funcionamiento de la administración pública.

 El respeto a los procesos legales y la voluntad de ambas partes para actuar con transparencia son señales positivas que auguran una transición efectiva y sin sobresaltos.

El liderazgo de Estrella Palacios, al conformar una comisión de enlace robusta y con perfiles técnicos, es también un indicador de su intención de abordar con seriedad los desafíos que enfrentará su administración.

La coordinación con Edgar González refuerza la confianza en que esta transición se llevará a cabo en tiempo y forma, cumpliendo con los plazos legales y, sobre todo, en beneficio de los ciudadanos de Mazatlán.

La ciudadanía espera que este proceso de entrega-recepción se realice con transparencia, responsabilidad y apego a la ley, como un preámbulo a la gestión de Estrella Palacios. 

Con la correcta implementación de este proceso, su administración podrá comenzar con una base sólida, lo que le permitirá enfocarse en los retos del futuro, desde el desarrollo económico hasta la seguridad y los servicios públicos.

 mlizarraga1@entreveredas.com.mx

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OCT 2 2024

Por elpiripituchi

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