Vanessa Félix
27 de septiembre. La última gira a Sinaloa de Andrés Manuel López Obrador como presidente de México. Entregará la banda presidencial el 1 de octubre a la Dra. Claudia Sheinbaum.
La visita se da en medio de un preocupante clima de violencia que se cierne sobre la entidad. Los opositores rezaban para que se cancelara la gira presidencial debido a los brotes de violencia generados por dos grupos del crimen organizado.
López Obrador ha sido un presidente que ha entendido como nadie la idiosincrasia y la mentalidad de las y los mexicanos. El chascarrillo, la frase, el refrán, la música, la gracejada y hasta como dicen en el rancho “las echadas” también contaron.
Ese entendimiento del mexicano permitió al presidente conectar con el pueblo de Sinaloa. El idilio entre tabasqueño y sinaloenses quedará para la posteridad. Ningún presidente en la historia se acercó siquiera a las 15 visitas presidenciales que López Obrador hizo al estado de los once ríos. El amor con amor se paga.
El mandatario llegó hasta El Rosario, Sinaloa, acompañado por la Dra. Claudia Sheinbaum y el gobernador Rubén Rocha Moya para una vez más cumplir con una de sus promesas de campaña. Destacó las bondades del Granero de México y con ello del potencial que se beneficiará ahora con las 24 mil 250 hectáreas de riego.
Dejó varios mensajes, no ocultó la emoción y el buen ánimo de estar una vez más en Sinaloa. Recordó su primera visita a la tierra de Lola Beltrán en aquella campaña por la gobernatura de 1998 de su amigo gobernador Rubén Rocha Moya a quien aprovechó para respaldar como siempre. Aseguró que así seguirá en el segundo piso de transformación encabezado por Sheinbaum.
Una vez más le habló al pueblo. Entre gritos de “¡presidente, presidente!” continuó con su mensaje, hablando de seguridad y dejando muy en claro que las Fuerzas Armadas seguirán en Sinaloa para evitar más enfrentamientos. También para dar certidumbre en la paz y tranquilidad sinaloense.
Aprovechó para destacar algunos logros de su gobierno y nos dejó otra frase sobre los programas sociales que vienen, “Cuando la milpa se da bien, alcanza hasta para el pájaro”; luego no perdió oportunidad para bromear al decir que estaba un poco dañado de la carrocería porque lo rodaron por terracería pero que se siente joven.
Finalmente habló de política interior y extranjera. Por aquello del warning a Sinaloa y la presunta intervención de Estados Unidos en los hechos recientes, aseguró que los problemas de México se resolverán en casa. “Sinaloa es gente trabajadora y buena” dijo. Estamos aquí porque sabemos y ellos (los norteamericanos) no nos van a decir que hacer.
“Sin Sinaloa no hay México”
La frase de Claudia Sheinbaum que quedará para la posteridad en un claro refrendo al reconocimiento de Sinaloa como el principal productor de maíz a nivel nacional. La presidenta que está por asumir el cargo dijo que seguirá apoyando al gobernador y al estado. Tiene un afecto especial por la entidad.
“No nos endilguen ninguna patraña”
Por su parte el gobernador Rubén Rocha Moya se mostró fortalecido y tuvo un discurso enérgico y contundente. Mencionó la importancia que representa el nuevo distrito de riego para el sur. Lo que permitirá el desarrollo de la vocación económica del estado.
El punto más álgido de su participación llegó cuando señaló que ni él ni los sinaloenses permitiremos que “nos endilguen ninguna patraña, ningún infundio”. Señaló con fuerza que el pueblo de Sinaloa se distingue por ser hombres y mujeres de bien, de paz, hombres y mujeres que amamos al prójimo.
Creo que el mandatario sinaloense jugó bien su carta política en este evento, mientras los opositores mantienen una campaña de desinformación para hacer creer que la situación de seguridad en Sinaloa es más grave de lo que es, con el objetivo de desestabilizar al gobierno y politizar la seguridad. El Dr. Rocha pisa en firme y con respaldo en la estrategia de seguridad que plantea el gobierno federal para lograr la paz en el estado.
Vanessa Félix en X: @vanessafelixmx
SEP 28 2024