PUNTA DE LANZA.

FELICIANO CASTRO… EL NIÑO QUE VINO DEL SURCO.

Por Armando Ojeda.

Mi idea era clara y precisa. Quería, en mi calidad de periodista investigar y exponer a través de éste, mi espacio, una interrogante que hace tiempo discutí y polemicé con un amigo, pero que dejamos en el limbo sin una respuesta convincente.

¿Un líder político, nace o se hace?, fue la pregunta que originó el debate entre colegas, una tarde cualquiera, y en un lugar menos importante.
En la discusión de aquel día, se expusieron conceptos y razonamientos diversos, sin que en esa especie de arrebato se llegara a una conclusión aceptada por ninguno de los bandos.

Por ello, hoy que en México estamos inmersos en un proceso de cambios trascendentales en materia política, cuya dinámica desde luego está propiciando el surgimiento de nuevos liderazgos, y por supuesto, el resurgimiento impetuoso de personajes que a lo largo de muchos años, han estado en una lucha permanente por reorientar y componer el mundo político de México, mi pregunta cobra vida.

FELICIANO CASTRO MELENDREZ; ¿LA RESPUESTA BUSCADA?.
Dispuesto entonces a buscar la respuesta más cercana a la realidad, pensé en alguien cuya trayectoria política y de lucha social, hubiera alcanzado ese grado de liderazgo, que ciertamente muchos buscan, pero pocos alcanzan.

Acertó usted, se trata de Feliciano Castro Meléndrez, un hombre que con sudor, dolor y lágrimas ha sabido forjar un liderazgo político por todos reconocido.

La entrevista con quien apenas el pasado viernes primero de octubre rindió protesta como Diputado local por la 64 Legislatura de Sinaloa, se concretó apenas la mañana de éste día domingo 3 de octubre.

Tras la aceptación de la entrevista, mis primeras preguntas, para quien hay que decirlo, fungirá en la actual legislatura como el Presidente de la Junta de Coordinación política y también será el coordinador de la bancada de los Diputados de MORENA, fueron directas.
¿Quién es, y de donde viene Feliciano Castro Meléndrez?.
La respuesta del Diputado, no se hizo esperar, dejando ver, que el carácter serio y formal que normalmente lo distingue, a veces se desdobla para dar paso a una especie de mezcla de relajamiento, simpatía y apertura amistosa para el dialogo.

“¿Qué de dónde amigo, vengo?”…. De una casita que tengo de Guasave para allá, respondió el Diputado en una clara coincidencia de su vida política con una vieja y conocida canción del folklor mexicano titulada LA CASITA, y que tan famosa hiciera el cantautor Oscar Chávez al llevarla a la parodia musical.

Enseguida, mi entrevistado se pone serio y hasta nostálgico, dejando ver la faceta más conocida de su personalidad.
“Vengo de un solar campesino. De la calle palpitante del pueblo de “GAMBINO que me vio nacer.
“Ese pueblito enclavado dentro de la geografía del municipio de Guasave me dio raíz, solar, nombradía campesina, amor y bondad”, comenta.
De esas calles brota mi convicción política, y de ahí surge en mi persona la solidaridad y el humanismo solidario que me distingue como esencia de la izquierda política, asegura el legislador.

“Soy un campesino disfrazado en la ciudad, para que no se me note tanto” expone en un tono relajado.

Soy, un político transubstanciado por la cultura política de la ruralidad a la ciudad, y soy, insiste, un campesino diletante de poesía, y crecido en el humanismo solidario de la política.

Mi interlocutor, agrega enseguida; “Soy del surco de mi esencia campesina cultivo la ética política, y la faena para enderezar entuertos y alentar el amor por los otros”… Esos otros que me dan plena existencia, dice, haciendo alusión al escritor Octavio Paz.

Ya emocionado y motivado por el tema, asegura que la política que expone, la concibe como un espacio para luchar por el pueblo, pero siempre dentro de un sentido ético que nos indica que la lucha debe ser siempre por el bien de todos… Por el bien de los pobres, diría yo, manifiesta.

Ante la remembranza de su pueblo y sus primeros años de vida en el surco agrícola, emergen los recuerdos de quienes le dieron no solo la vida, sino la herencia de su vocación humanista y solidaria.

Obvio, me refiero a sus Padres, Don Félix Castro Armenta, quien fuera un destacado líder social y un hombre que desde las tierras de su parcela, luchó incansable por las causas y derechos de los ejidatarios del norte de Sinaloa.
Su madre, una mujer forjada en el hogar, se sumaba también a las actividades diversas del campo, coadyuvando siempre con su incansable esfuerzo de frente a las necesidades económicas de la familia.

A LA EDAD DE 12 AÑOS, NACE SU ESPIRITU REVOLUCIONARIO.

Feliciano Castro Melendrez, dice, con un dejo de tristeza y nostalgia en su voz, pero mostrando a la vez su temple y el orgullo que siente por su pasado, que fue en su primera adolescencia, ya a la edad de los 12 años, cuando al llegar a la capital de Sinaloa, la política lo envuelve en forma de lucha social.

“Siendo casi un niño, llegué a Culiacán, a luchar por un mejor horizonte de vida, ya que mi padre siempre creyó en el desdoblamiento de la familia a través de la educación.

Fue en esa época de las luchas sociales y estudiantiles, cuando me tocó ver las calles de la ciudad activadas por los movimientos que eran en gran medida protagonizados los estudiantes universitarios y gente del campo.
En esos momentos se empezó a abrir en su persona aquel horizonte, que trata de describir como de un ilimitado azul.
Era un horizonte donde la alternativa eran las luchas sociales por lo que muchos consideraban las causas perdidas, pero que para mí y otros tantos, eran tan fértiles como la utopía que siempre sirve para caminar, crecer y llegar al objetivo, tal y como ya lo estamos logrando.
Hoy el pueblo es otro, es un pueblo de elevada estatura ciudadana, expresa el también escritor, catedrático y hoy Diputado, lo que nos motiva a seguir luchando por ese viejo anhelo del cambio.

FUE PRESO POLITICO EN 1974 EN EL PENAL DE AGUARUTO.

El hoy flamante Diputado y líder del Congreso de Sinaloa, pareciera responder a la interrogante inicial de ésta columna, respecto al surgimiento de los liderazgos políticos.

Feliciano Castro asegura que en su caso, como antes lo enunciamos, nació en el seno de una familia revolucionaria, con un padre, marcado por su liderazgo en el sector ejidal y una madre, con un temple y visión de lucha social muy marcadas.

Feliciano, sin duda ya venía con el ADN político en su sangre, sin embargo, fue a su arribo a la ciudad de Culiacán donde se empezó a forjar el líder que a través de muchas batallas y luchas impregnadas de lágrimas y sangre, logró consolidarse como tal.

UN PUNTO DE PARTIDA muy visible, fue la casa del estudiante universitario, misma que anidó al adolecente que había llegado del campo en busca de desdoblar su destino, tal y como fuera la filosofía de su propio padre.
Ahí en el seno de aquel edificio, muy vinculado al movimiento de la izquierda según crónicas de periodistas e historiadores modernos, llegaban jóvenes estudiantes de todos los pueblos del Estado en busca de una opción educativa.

Ahí entonces, en esa vieja casona, empezó a forjarse y moldearse el líder político que había llegado desde el pequeño poblado de Gambino municipio de Guasave.

Con su llegada a Culiacán en el año 1969, el actual coordinador de la bancada de MORENA en el Congreso de Sinaloa, iniciaba el tránsito del sinaloense rural al Sinaloense urbano… Una transición que marcaría el destino de Feliciano Castro, según las propias palabras del Diputado.
El Diputado reconoce que fue en la casa del estudiante de la UAS, donde volvió a escuchar las palabras que su padre, allá en su pueblo expresara un día. “La lucha por un mundo mejor para los campesinos”.
“Estaba en mi primera adolescencia y al escuchar ese discurso me sentí identificado, por lo que no dudé en incorporarme al movimiento de ruptura con el Estado mexicano, cuya cerrazón y falta de tacto político para atender los reclamos de tantos campesinos pobres eran más que evidentes.
Feliciano, revela que, tras escuchar los discursos de izquierda, decide entonces ingresar a las filas revolucionarias de la Liga comunista 23 de Septiembre, grupo subversivo que en los años 70s se reveló al gobierno mexicano.
En el año 1973, cuando el movimiento estudiantil de Sinaloa endureció sus acciones de rebeldía y protestas, generando una gran represión por parte del gobierno, la represión oficial se dejó sentir con gran intensidad.
Y es que, se estaban generando actos masivos de protesta contra el gobierno, y eventos vandálicos en las calles de la capital sinaloense, lo mismo que invasiones de campos agrícolas del valle de ese gran valle y otros puntos del norte de Sinaloa, cuya responsabilidad recaía en la llamada guerrilla 23 de septiembre.

Y ocurre que durante el mes de enero del año 1974 en una gran acción de represión por parte de los cuerpos de seguridad nacional y del Estado de Sinaloa, varios activistas revolucionarios fueron arrestados y llevados a prisión.
En esos hechos, comenta Feliciano, que muchos de sus compañeros fueron llevados a prisión, otros murieron en la revuelta, y varios más, hasta la fecha siguen desaparecidos, como es el caso de Lourdes Martínez Huerta, una mujer que no obstante estar embarazada, hasta la fecha nunca se ha sabido de su paradero.

“Yo corrí con la suerte de haber sido capturado y llevado a prisión”, expresa paradójicamente el Diputado, ya que de otro modo estaría entre los muertos o desaparecidos.

Indica que, estuvo prisionero desde el mes de enero de 1974, hasta el 15 de julio de 1976 en el penal de Aguaruto de Culiacán Sinaloa, acusado de participar en la guerrilla urbana.

Pero el espíritu de luchador social de Feliciano Castro no fue doblegado por los golpes y persecución por parte de gobierno, ya que al obtener su libertad, se reincorpora al movimiento comunista de Valentín Campa y Demetrio Vallejo, con quienes participó en diversas acciones de lucha política y social.

CONSOLIDAR LA 4T EN SINALOA, EL SIGUIENTE OBJETIVO.

Hoy, a más de 50 años de su desdoblamiento familiar que por sugerencia de su señor padre inició un día, para salir de la entonces agreste zona rural hacia el campo de la academia, el legislador morenista se dispone a seguir en su interminable lucha por ayudar a los pobres de nuestro Estado.

“Vamos a consolidar la Cuarta Transformación, para propiciar el desarrollo y progreso de Sinaloa, promoviendo desde el Congreso del Estado condiciones para la reactivación de la planta productiva, y con ello la necesaria generación de empleos e ingresos económicos para los sectores vulnerables” asegura el Diputado.

Manifiesta que desde el recinto parlamentario luchará para crear condiciones de defensa de los derechos humanos, la democracia, la libertad y por las garantías ciudadanas para que todos puedan participar en el ejercicio de los gobiernos.

Llegó el momento de reivindicar el humanismo solidario, concluye diciendo el hoy líder del Congreso de Sinaloa Feliciano Castro Melendrez.

Por elpiripituchi

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