PUNTA DE LANZA.
AMLO… SERÁ ESCLAVO DE LO QUE DIJO.
Por Armando Ojeda.
La tragicomedia de la política mexicana sigue su curso de manera dinámica, cruenta e Imparable. La polémica, madre de todas las controversias, se hace presente una vez más.
Pese al llamado a los abrazos y la concordia social y política que ha promovido el Presidente de la República Andrés Manuel López Obrador, las cosas siguen ocurriendo en sentido contrario.
Las pugnas y los odios, alimentan a la voraz fauna política, convirtiéndola en un despiadado depredador de honras y dignidades de hombres y mujeres.
La lucha por el control del poder público, se ubica más allá de lo que debería ser el interés colectivo por alcanzar la verdadera transformación política, económica, social y cultural de nuestro País.
Lo interesante de las cosas es que, desde ninguno de los flancos en conflicto se observa la pureza de un espíritu transformador. Ni gobierno ni sus opositores, ponen algo de su parte.
Y es que ni el propio Presidente de la república en calidad de impulsor político de la ruta trazada hacia una verdadera y auténtica democracia, pareciera predicar con el ejemplo.
Por el contrario, las fobias hacia sectores sociales, políticos y económicos, se dejan sentir a diario en los mensajes que todas las mañanas dirige a los mexicanos a través de la señal de televisión nacional. La verdad sea dicha, AMLO a diario le pisa la cola al león.
Y algo de razón podría asistir a nuestro Presidente cuando constantemente hace alusión a los hombres y mujeres que durante décadas se dedicaron a saquear al País a través de sus descarados actos de corrupción.
Sin embargo, sus flechas y balazos discursivos tan valiosos mediáticamente durante las campañas de proselitismo, a estas alturas debieron haber quedado atrás para dar paso a la reconciliación nacional.
En pocas palabras, creo que hoy se tiene que dar paso a las verdaderas acciones gubernamentales para castigar a los protagonistas del desastre económico de México, pero alejados de protagonismos y politiquerías.
Por desgracia, todo parece indicar que para el Presidente López Obrador, los más de 20 años de lanzar críticas y acres señalamientos a los anteriores gobiernos neoliberales y corruptos no le han sido suficientes para saciar su apetito ácido y crítico.
Así se observa y se escucha en sus desenfrenadas conferencias mañaneras en las que un día sí, y otro también se lanza en contra de los que considera sus adversarios políticos, alentando sin duda las confrontaciones.
SI LO QUE DIRAS HOY, NO ES MAS BELLO QUE TU SILENCIO, NO LO DIGAS.
Precisamente en la semana que acaba de pasar, el Presidente López Obrador cayó en la trampa de su propio e imparable juego de expresiones y acusaciones para con sus enemigos políticos.
En ésta ocasión, creo que el mandatario perdió los estribos y despotricó de una manera nunca antes vista en contra de un adversario fantasma, y en su afán acusatorio salpicó no solo su propia figura presidencial, sino la de su propia esposa Doña Beatriz Gutiérrez Müller.
Respondió a una cobarde agresión que un personaje aparentemente desconocido, a través de su cuenta de twitter publicó en contra de una mujer y de un hombre, cuyas descripciones por coincidir de manera significativa con su persona y la de su esposa, hizo suponer al Presidente, que el twittero se refería a él y su esposa.
Aquí lo interesante de las cosas, es que el usuario de las redes sociales, quien se firma como Aldo Aldrete, en ningún momento menciona por su nombre ni al Presidente ni a la primera Dama de la Nación.
Pero el Presidente López Obrador se puso el saco, victimizándose de la grave y repugnante agresión, pero subiendo al escenario del más terrible e injusto de los escarnios a Doña Beatriz Gutiérrez Müller.
Y lo reprobable es que el ejecutivo mexicano se puso a leer de manera puntual el polémico texto, incluyendo palabras y calificativos impublicables adjudicados al matrimonio presidencial.
Son palabras, cuyo contenido es impronunciable para cualquier espacio informativo serio y formal que se jacte de respetar a sus audiencias o lectores, pero que el Presidente alejado del marco elemental de la moral, leyó de manera personal en transmisión de televisión en cadena nacional.
Desde mi punto de vista muy personal, creo que nuestro Presidente debió aplicar el contenido de una frase, cuyo autor desconozco, pero que me atrevo a rescatar para recomendar su aplicación en el caso que nos ocupa.
“UNO ES DUEÑO DE LO QUE CALLA, PERO ESCLAVO DE LO QUE HABLA”.
Mi interpretación de ésta ilustrativa frase, sería que López Obrador, de manera discreta debió leer, analizar, contextualizar e investigar desde su perspectiva de gobierno el contenido y origen del twitter, para conocer la identidad y calidad moral y política del remitente.
Es decir, el Presidente debió convertirse en el discreto dueño del texto de marras y proceder conforme a derecho si el caso ameritaba, con una sanción judicial para el responsable de su publicación.
Pero, el Presidente decidió actuar en sentido contrario, es decir, en vez de callar, actuó visceralmente y de manera apresurada, haciendo público el mensaje, pero convirtiéndose así, en esclavo de lo que dijo.
Para muestra de lo que suscribo, se deja sentir en la expresión publicada ayer por el líder moral del PAN Diego Fernández de Cevallos, quien al respecto, expuso; “Quien ofende a una mujer es una porquería humana, pero también quien, difunde el agravio la vuelve a injuriar.
El golpe es severo y certero para AMLO, hoy esclavo de lo que dijo y debió haber callado.
LA PREGUNTA QUE TODOS SE HACEN Y NOS HACEMOS.
¿Por qué leyó públicamente el Presidente el polémico texto?, es una de las muchas preguntas que millones de mexicanos nos hacemos.
Una de las hipótesis que se deja sentir, es la que supone que AMLO se quiso victimizar ante la opinión pública como un hombre al que los enemigos lo acechan y atacan política y moralmente de manera sistemática y despiadada, y solo por el hecho de estarlos denunciando y persiguiendo.
Para sus seguidores el argumento es válido y aceptado, para sus opositores, un desesperado e inútil pretexto.
Otros piensan que Andrés Manuel, quiso utilizar mediáticamente el Twitter difamatorio, como una cortina de humo ante el vendaval de críticas que se le está viviendo encima, entre otros temas, por el llamado que acaba de hacer al gobierno de los Estados Unidos para levantar el embargo económico al gobierno Cubano…Las preguntas e hipótesis son muchas y variadas, por lo que es difícil enunciarlas aquí… Por lo pronto, quedamos en espera del próximo escándalo…