TRANSICIÓN
Las tres “pandemias”
Oswaldo Villaseñor
Los números son fríos pero no mienten. Reflejan una realidad. Esa es la realidad que vive ya todo México sumergido en tres pandemias que van dejando el suelo mexicano teñido de rojo y hogares enlutados.
Más de 145 mil contagios de Covid tan solo durante la última semana registrados por la Secretaría de Salud –más los no registrados que son lo más- hablan de la gravedad de la pandemia que vive el país.
Son más de 20 mil contagios registrados por día y ayer solamente fueron 22 758. Insistimos, los registrados.
Hay estados que registran un aumento de casos de hasta del 400 por ciento.
Pero no solo el Covid trae sumergido a México en una verdadera pandemia. La violencia y la guerra entre cárteles del narcotráfico es la otra “pandemia”.
La guerra que libran los carteles del narco ya han dejado 96 mil 664 personas asesinadas en los dos años con 8 meses y 13 días que lleva el actual gobierno.
Tan solo ayer, en 6 estados de la república se tuvieron enfrentamientos entre grupos rivales y masacres que contabilizaron 56 asesinatos registrados.
Los estados que registraron masacres el día de ayer, fueron Baja California, Zacatecas, Chihuahua, Jalisco, Guanajuato y Michoacán. Pero en Guerra también están Sonora, Veracruz, Tamaulipas, Colima, San Luis Potosí y otros estados más. 26 estados del país, registran aumentos en índices de asesinato. Sinaloa se encuentra entre los 6 estados que han hecho que estas estadísticas vayan a la baja.
Pero a estas dos “pandemias” que ahogan y traen estresados a miles de familias hay que agregarle otra más. La del bolsillo.
No es solo ver como simples números los 56 millones de pobres que registró el Coneval y el INEGI; no es solo ver como simples números 35 millones de personas que no tienen acceso a la seguridad médica, no es solo ver 1.2 millones de personas que perdieron sus empleos o sus pequeñas empresas. En cada uno de esos números hay una familia o una persona que se las está viendo negras para salir adelante en el día a día.
Con estas tres “pandemias” a cuestas, todavía el gobierno federal fuerza un tema ante la opinión pública que mete mucho más estrés a las familias. Ordenar el regreso a clases a partir del 30 de agosto.
Tan solo hablar de este tema ya tiene a muchos actores nerviosos.
Eso sí, el Gobierno Federal ordenó el regreso a clases y se lavó las manos. Si los niños se contagian será responsabilidad de los padres por llevarlos a la escuela. Si no los lleva, el fracaso del nuevo ciclo escolar también será responsabilidad de los padres, porque el gobierno ordenó el regreso a clases.
Pero además, el Gobierno Federal ordenó el regreso a clases y transfirió la responsabilidad de rehabilitar escuelas a los Gobernadores y a los padres de familia.
Y ahí llega la otra preocupación. Ni el Gobierno Estatal dice tener recursos para rehabilitar escuelas y mucho menos los padres lo tienen tampoco. ¿Entonces cómo sería el regreso a clases?
La respuesta es muy sencilla. Pues así nada más, que los padres limpien la escuela y así como se encuentren empiecen la clases. UFFF. Grave.
1.-Ayer el gobernador de Sinaloa Quirino Ordaz expresó una realidad de la cual ya habíamos advertido. El gobierno del Estado no tiene los recursos para rehabilitar la mayoría de las escuelas que fueron vandalizadas.
Dejar a las escuelas en las condiciones físicas en las que se encontraban antes de la pandemia, implica una inversión millonaria que desde luego compete a la SEP federal, o sea al Gobierno Federal realizar y no lo hizo.
2.-El gobernador Quirino Ordaz, dijo que aun cuando existieran los recursos, ya no hay tiempo para licitar las obras y que el ISIFI las pueda realizar para rehabilitar las escuelas. Y tiene toda la razón.
Desde el pasado lunes, justo cuando algunas escuelas de nivel medio superior y superior iniciaron su regreso a clases lo advertimos. No habrá condiciones físicas en los planteles para el regreso a clases y no se ve intención del Gobierno Federal de iniciar esta tarea.
3.-Hoy ya sabemos que el Gobierno Federal quien tiene esas partidas en su presupuesto para rehabilitar escuelas y que antes solo las transfería a los Estados, no lo ha ejercido y si lo ejerció, no se vio reflejado en la mejora de las condiciones físicas de los planteles.
4.-Así con una “pandemia” en los bolsillos de la mayoría de la gente, de nueva cuenta el Gobierno Federal se lava las manos y deja solo a sus gobernados en el regreso a clases.
Los números que reflejan los altos índices de contagio, es un tema para poner nerviosos a más de uno. La ola de violencia e inseguridad en 26 estados de los 32 que tiene el país, también es otro tema que trae nerviosos a muchos.
Pero sin lugar a dudas, regresar a clases y cargar con toda la responsabilidad que elude el Gobierno Federal cargar con ella y transfiere a los padres de familia puede arrojar otros números que después del 30 de agosto podremos conocer y analizar.
¿Cuántos niños o jóvenes regresaron a clases presenciales? ¿Cuántas escuelas fueron rehabilitadas y cuantas no? ¿Cuántos alumnos, maestros y padres de familia ingresaron a aumentar la lista de contagios?
En fin, también serán números, pero detrás de cada número frío que observa el Gobierno hay una persona detrás de ella que lo encarna. ¿Le importarán al Gobierno estos números? Hasta el momento no ha dado muestras de ello.
Habrá que estar pendientes.
PASO A PASITO.-El alcalde de Culiacán Jesús Estrada Ferreiro asume su responsabilidad en la pandemia al ordenar que el certificado de vacunación sea obligatorio para entrar a antros, cantinas y restaurantes.
Ayer ya le hicieron una manifestación alegando que se violentan derechos humanos con esta prohibición.
Pero lo más destacable de esta manifestación, fue la exhibición de registros que muestran que más del 90 por ciento de los contagiados ya cuentan con vacunas.
Si estos números son reales sí sería para preocupar. ¿Oh no sirven las vacunas o bien habría que preguntarse qué se le aplicado a la gente?
Uff… esperemos que estos datos estén equivocados por el bien de todos.
Por lo pronto, Jesús Estrada y El Químico Benítez en Mazatlán, están poniendo el ejemplo de las cosas que si se pueden hacer desde el ámbito municipal para ayudar a bajar los índices de contagio.
OTRO PASITO.-Ayer le tocó el turno al rector de la UAS Jesús Manuel Madueña reunirse con el gobernador electo, Rubén Rocha.
Hay quienes que el peor error para un gobernador no es solo pelearse con el Ejército, los maestros o los curas, sino también con la UAS en el caso de Sinaloa.
Rocha ya teje buenas relaciones con la UAS y con su nuevo rector.