ANTONIO QUEVEDO SUSUNAGA
BRECHANDO
GOBERNADOR CERCANO A LA GENTE
El día de ayer, la gente salió a despedir por última vez, al gobernador de Sinaloa 2005-2010, Jesús Aguilar Padilla, un hombre que llegó al poder desde abajo, en esa cultura del esfuerzo, estudiando con carencias, iniciando su quehacer en la CTM hasta convertirse en sucesor de su amigo, también cetemista, Juan S. Millán.
El gobernador Aguilar Padilla, un hombre sencillo, sin muchos protocolos para relacionarse, siendo gobernador cuidadoso del dinero público, sus colaboradores lo sabían.
La gente que lo conoció, siendo gobernador, ahí estuvieron ayer en la funeraria para darle el último adiós, gente como su compadre Jesús Vizcarra, Joel Valenzuela, Octavio, Manolo, Mario Lara de Badiraguato, en la mente de los presentes también estuvo presente el nombre del finado Oscar Lara, gran amigo de Jesús; el exgobernador Juan Millán Lizárraga, el gobernador Rubén Rocha Moya, Florentino Castro, Alfredo Villegas, Josefina García, los Gandarilla, el exgobernador de Durango, José Rosas Aispuro, el ingeniero José Antonio Ríos Rojo, Ponchín Inzunza, el rector doctor Jesús Madueña, fue uno de los primeros que difundió en una condolencia institucional de la Universidad Autónoma de Sinaloa, el fallecimiento de Aguilar, como él y la institución se hicieron presente, un político y amigo muy cercano José Antonio López Sánchez, muchos otras personas que lo acompañaron durante su carrera política y en su administración.
La explanada del Palacio de Gobierno se llenó de gente que sentía cercanía con el gobernador Jesús Aguilar Padilla, también en la funeraria y sus amistades cercanas de Palmitas, Angostura en donde fue sepultado.
Es indudable que a Jesús Aguilar Padilla, le pegó muy duro la muerte de su esposa la señora Rosy Camacho.
Debo decirles que conocí a Jesús Aguilar Padilla, cuando el reconocido periodista del Noroeste, Ramiro Guerrero Valenzuela, autor de la muy conocida columna Fuentes Políticas, siendo jefe de redacción de Noroeste, me invitaba a cubrir la fuente de la CTM, en donde el dirigente era precisamente Juan S. Millán, que después de una gran carrera política, de diputado, senador y hasta alcanzar la gubernatura de Sinaloa.
En esas oficinas de la CTM frente al Estadio Angel Flores, Aguilar Padilla y Abraham Velázquez, eran los brazos operativos del dirigente de la CTM, que obviamente este equipo de cetemista venían del liderazgo desplegado por entonces Don Alfonso G. Calderón, gobernador de Sinaloa.
En esta carrera política de Aguilar Padilla, que nació en ese equipo cetemista, llegó a ocupar una subsecretaría de Agricultura en México.
En aquellos tiempos, antes de ser gobernador Aguilar Padilla, tenía un papel muy importante en la operación política del gobernador Juan Millán, que de alguna manera, aunque el gobernador tenía muy buena relación con los reporteros de los medios, en ocasiones designaba Aguilar Padilla para atender detalles relevantes y en muchas ocasiones en mi calidad de Jefe de Información de Noroeste, atendí aspectos de la relación con el gobierno de Juan Millán, a través de Aguilar.
En muchas ocasiones nos reunimos con el entonces gobernador, mi tocayo Antonio López Sánchez y un gran amigo finado como lo fue Beto Sinagawa, gran periodista y reconocido historiador.
Entre los aspectos relevantes de su gobierno, Jesús Aguilar Padilla, generalizó las clases de inglés en el nivel básico, especialmente en las escuelas primarias en Mazatlán; con su vocación como locutor que fue, formó Radio Sinaloa, medio de comunicación que está vigente; fue el gobernador que colocó la primera piedra de lo que es actualmente el Hospital Militar de Especialidades en Mazatlán y colocó la primera piedra de Mazatlán Internacional Center, obra relevante en el puerto.
En Culiacán, impulso las obras claves como son los puentes el Infonavit que distribuye la circulación a Culiacancito, a los Mochis y al centro de la ciudad. Y quién puede olvidar el puente pegado a la USE, entre otras obras.
Es indudable que el sinaloense y exgobernador sembró y cosechó los apoyos y simpatía de los sinaloenses.

Por elpiripituchi

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