
Agenda Política
Ulularán las sirenas
Este sábado,
Aquí en Culiacán
= Mudanza del viejo al nuevo hospital general
= Traslado de 88 pacientes al nuevo hospital
= Cierra sus puertas el viejo HG; las abre el nuevo
= Operativo especial de Semana Mayor en Mazatlán
= Paseo del Angel exige sumarse a Culiacán en Movimiento
Jorge Luis Telles Salazar
Aviso importante: si usted, amigo lector, despierta este sábado con un incesante ulular de sirenas, no se asuste, ni mucho menos entre en estado de pánico.
Esas sirenas provendrán de ambulancias de la Cruz Roja Mexicana, el Instituto Mexicano del Seguro Social, Protección Civil, Bomberos y otras instituciones de emergencia, mismas que formarán parte de un operativo orientado a trasladar a 88 pacientes desde los pabellones del viejo Hospital General hasta el nuevo nosocomio, que también lleva el nombre del doctor Bernardo J. Gastelum
Junto con esos 88 pacientes, todavía internados en el viejo hospital, se transportará todo el equipo médico que aún se encuentra en esas instalaciones, de tal modo que, para el lunes venidero, la nueva casa de salud estará en condiciones de funcionar al cien por ciento, con los servicios ya conocidos y algunos otros que se han agregado en este proceso.
Así, al fin podrá prestar servicios el nuevo hospital, ubicado a un costado del boulevard Culiacán-Imala, cuya construcción fue posible – entre 2017 y 2018 -gracias a las gestiones del entonces gobernador Quirino Ordaz Coppel ante el gobierno federal; pero cuya operación se debe a la labor del gobernador actual, Rubén Rocha Moya, ante las instancias correspondientes.
Por muchos años, este hospital fue una especie de cascarón, un fiel elefante blanco, perdido entre la nada.
A partir del lunes será ya, ¡al fin! una realidad.
Entonces, que no le asuste el llanto de las sirenas que se escucharán a lo largo de toda la mañana. Más bien, que le alegren el corazón.
Hay buenos motivos.
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Por cierto.
El ahora viejo Hospital General funcionó durante más de 36 años, a lo largo de los cuales prestó servicios de salud a toda aquella población carente de la seguridad social ofrecida específicamente por el ISSSTE y el Instituto Mexicano del Seguro Social.
Lo inauguró el entonces gobernador Francisco Labastida Ochoa y su operación responsable, seria y profesional, se convirtió en un referente en todo el país, más allá de los beneficios entregados a los no derechohabientes de ninguna institución.
Si las cuentas no andan mal, son 36 años, en efecto; pero hay que recordar que este hospital fue construido desde la década de los setentas, sin que los gobernadores Alfonso G. Calderón y Antonio Toledo Corro hayan tenido la suficiente capacidad de gestión como para echarlos a funcionar. Hay mucha historia detrás de todo esto.
Tiene que admitirse, sin embargo, que por diferentes razones, de un tiempo a la fecha, el mencionado hospital comenzó a venir a menos, hasta que, de plano, dejó de convertirse en una opción viable, apuntillado por la aplicación de cuotas de recuperación imposibles de cubrir para muchos sectores de la población.
Ahora, afortunadamente, parece ser una buena alternativa. Justamente la reclamada por la sociedad.
Eso es, seguramente, lo que veremos pronto.
Por lo demás, no hay claridad en cuanto al destino del edificio e instalaciones anexas del viejo hospital, situación que deberá atenderse de inmediato; de lo contrario, su deterioro será irreversible con el paso del tiempo.
¿Otro hospital? Más modesto y sencillo para la atención de enfermedades de primer piso, que no requieran el internamiento de los pacientes, ni tratamientos largos y costosos.
Podría ser.
Espere noticias.
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MAR 22 2025