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Coordinación sí, subordinación no
Vanessa Félix
Ayer me di tiempo de ver la sesión del senado en la que se votó la reforma constitucional para el fortalecimiento de la soberanía nacional de México, en contra de cualquier intento de intromisión e injerencia de países extranjeros, que busquen lesionar nuestra integridad e independencia. Los artículos que se adicionan son 19 y 40 de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos.
No podía creer lo que el grupo opositor del PRIAN estaba esgrimiendo en sus posicionamientos. En medio del todo este asunto con Estados Unidos de si los Cárteles de la droga son terroristas, o no, y las pretensiones injerencistas en México, no podía creer que se opusieran a una reforma que lo único que está haciendo es fortalecer la Soberanía nacional, limitar la intervención extranjera e incrementar el control sobre lo que de este lado de la frontera se pueda controlar.
Definitivamente los panistas y priistas claman y añoran una intervención extranjera. Odian tanto a su propio país, que no hallan la manera de entregarlo al extranjero. Verdaderamente prefieren que al gobierno de Sheinbaum le vaya mal para mejorar la posición negociadora del gobierno de Trump. Los diputados y senadores del PRI y del PAN, se comportan más como legisladores de la Casa Blanca, que patriotas mexicanos. No puede explicarse de otra manera. Finalmente quedan retratados como vendepatrias. Gritan narcoestado cuando el sentenciado por tráfico de drogas en Estados Unidos es Genaro García Luna, el alto funcionario del sexenio panista de Felipe Calderón.
Eso sí, si los norteamericanos están interesados en verdaderamente combatir al crimen organizado deben cooperar con México. Todo lo que involucre su actuación en suelo mexicano debe ser en todo momento con conocimiento, anuencia y en cooperación con el gobierno de México. Aquí no hay más. Todo eso está en las leyes y tratados internacionales a los que ambos países están suscritos.
Tampoco estaría mal que los propios gringos pusieran orden en casa. El propio Donald Trump reconoció como una gran idea de la presidenta Sheinbaum en realizar campañas para prevenir el consumo de drogas.
La reacción de la presidenta Claudia Sheinbaum no es una ocurrencia. Es para limitar las operaciones ilícitas de extranjeros en México. Por ejemplo, el escandaloso flujo ilegal de armas que provienen del otro lado de la frontera norte debe ocupar a ambos países.
Uno de los acuerdos entre Sheinbaum y Trump ha sido fortalecer la seguridad de la frontera. Esta reforma otorga “dientes” a esa operación. Los delincuentes en México y Estados Unidos deben ser perseguidos y encarcelados en cualquiera de los dos países.
La reforma no me parece un reconocimiento expreso ni tácito de la existencia del terrorismo en México, pero sí creo que se convierte en una herramienta legal para frenar el injerencismo extranjero. Es decir, estar preparados para enfrentar los eventuales problemas que pudiera haber en nuestro país. En resumen, la cooperación será siempre bienvenida, pero los asuntos de México en nuestra esfera de competencia y territorio, los resuelve únicamente: México.