Por: EL ECONOMISTA
Eduardo Ruiz-Healy
Donald Trump asume hoy nuevamente la presidencia de Estados Unidos y México y el mundo observan lo que hará en su primer día de gobierno. La pregunta crucial para los mexicanos: ¿Cumplirá su promesa de imponer aranceles de 25% a las exportaciones de nuestro país? La respuesta definirá el rumbo económico de ambas naciones en los próximos años.
Trump insiste en que “los aranceles son la mejor cosa jamás inventada”. Según él, protegerán empleos estadounidenses, servirán como herramienta de negociación para presionar a México en temas de migración y narcotráfico, y generarán ingresos para su gobierno. Sin embargo, las proyecciones económicas realizadas por la mayoría de los expertos de México, EU y el mundo sugieren un panorama diferente.
De implementarse los aranceles, se estima que el crecimiento del PIB de EU podría reducirse a 1.9% en 2025 y 1.7% en 2026. Para México, las consecuencias serían aún más severas: su PIB crecería apenas 1% en 2025 y 0.8% en 2026. En cuanto al empleo, las proyecciones indican una pérdida de 344,900 puestos de trabajo en EU sólo en 2025, con estimaciones que alcanzan los 2.75 millones para 2030. México, por su parte, podría perder inicialmente 150,000 empleos.
El impacto en los consumidores estadounidenses sería significativo. Padecerán un aumento en los precios de entre 1.4 y 5.1%, lo que representará un costo adicional de 1,900 a 7,600 anuales por hogar. Para los mexicanos, la situación no es más alentadora. La depreciación esperada del peso y el encarecimiento de las importaciones generarán presiones inflacionarias, afectando su poder adquisitivo. Peor aún, hay quienes advierten que los aranceles llevarán a México a una recesión.
La presidenta Claudia Sheinbaum ha tomado medidas preventivas. Se han endurecido las políticas migratorias del país, el gobierno ha asestado fuertes golpes a los narcotraficantes y contrabandistas de productos chinos y el Plan México recién anunciado busca reducir la entrada de importaciones de China. Hoy sabremos si estas acciones han servido para disuadir a Trump de su postura arancelaria y su exigencia de mayor control sobre la migración, el narcotráfico y las importaciones chinas.
Si los aranceles se imponen, los ambiciosos planes de desarrollo de la presidenta Sheinbaum enfrentarán obstáculos significativos.
El gobierno mexicano tiene estrategias de contingencia que incluyen aranceles recíprocos, recursos legales a través de la Organización Mundial de Comercio (OMC) y el T-MEC, y una campaña de relaciones públicas en EU. No obstante, enfrentarse a Trump presenta desafíos considerables.
En última instancia, los aranceles crearán un escenario donde ambos países resultarán perjudicados. Las cadenas de suministro integradas de Norteamérica serán afectadas, los precios subirán y el desempleo aumentará en ambos lados de la frontera.
La imposición de aranceles no será sólo un acto económico, sino una declaración de guerra contra la interdependencia global. Trump puede creer que está protegiendo a su país, pero en realidad estará detonando una bomba económica.
Así, antes de que concluya este día, sabremos si Trump cumple su promesa de imponer aranceles de 25% a las importaciones de nuestro país al suyo. ¿La cumplirá o no?
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ENE 20 2025