Palco Premier

A una victoria, si;
Pero la más
Difícil de todas

=Tomateros, por su calificación a la final
=Este sábado, aquí, el sexto de la serie
=David Reyes, por el triunfo decisivo
=Tan cerca, tan lejos; recordemos a Yogui
=Charros, con Gil, apabulló a Naranjeros

Jorge Luis Telles Salazar

Evidentemente Tomateros de Culiacán reúne las condiciones y las circunstancias necesarias como para calificar a su décima novena serie final en la historia de la Liga Mexicana del Pacífico; pero de eso a que ya proclamemos al equipo guinda como seguro finalista existe todavía una distancia si no considerable, si prudente y respetable. La frase del inmortal Yogui Berra es algo así como un salmo ineludible de las sagradas escrituras: “esto solo se acaba, cuando se acaba”.
Tomateros regresa a su estadio con ventaja de 3-2 en su serie semifinal, tras rescatar dos peleadísimas victorias en la casa de los Cañeros de los Mochis, quienes han demostrado con creces las razones por las cuales fueron el tercer mejor equipo de la temporada regular, por debajo de Tomateros de Culiacán y Naranjeros de Hermosillo y empatado con Charros de Jalisco. Cañeros fue, de hecho, el team de mayor consistencia, al no caer en momento alguno en esas prolongadas rachas de derrotas, que suelen afectar a todas las novenas en competencia.
Para ilustrarlo mejor, permítame informarle que Cañeros cerró el calendario regular como cuarto en bateo por equipos con .244 y 51 jonrones y como quinto en pitcheo, con 3. 66 en carreras limpias admitidas. Ahora, en lo que va del “pley off” batea para .218, con 5 jonrones y es primero en pitcheo, con 2. 46 de efectividad.
Mochis está abajo en la semifinal, si y hará frente a su último compromiso (o a los dos últimos) en un escenario que amedrenta al más pintado, como lo es un estadio Tomateros que este sábado, seguramente, albergará a no menos de 20 mil aficionados y a un número similar el domingo, en caso de que la serie se prolongue a la instancia suprema. Si, 20 mil aficionados que, por tres o cuatro horas, se van a olvidar de la situación imperante en la ciudad y que van a apoyar con todo a los guindas, tal y como lo han hecho a lo largo de la historia.
Bajo esta circunstancia, el respaldo a Tomateros será fenomenal y la presión a Cañeros un elemento, decididamente en su contra; sin embargo, a juicio de este villamelón analista beisbolero, si bien el factor localía es muy importante, tampoco es determinante. Si así lo fuese, la serie ya estaría resuelta en favor de Culiacán.
Sin embargo, no es así. Para avanzar a la gran final hay que ganar cuatro juegos y hasta ahora solo hay tres victorias. Falta la cuarta, que será seguramente la más difícil de la serie.
Digo.
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Y bueno.
Allá, en Los Mochis, fueron tres partidos con altísimo nivel de calidad, electrizantes, intensamente peleados desde el principio hasta el final. Cierto, hubo un 5-0 por ahí; pero las cinco carreras llegaron en el cierre del octavo capítulo, coronadas con un “gran slam” de Yasmani Thomas. Tercero y quinto de la serie se inclinaron para Culiacán: 4-3 y 4-2, respectivamente. Aquí, en Culiacán, 5-3 para Cañeros en el primero y 3-0 para Tomateros, en el segundo.
Hay que destacar, ese 3-0 porque una de las grandes figuras fue el pitcher David Reyes, refuerzo extraído de Aguilas de Mexicali, en unión con Ramón Ríos, a quien el manager Roberto Vizcarra sacó de lo más obscuro de la banca, para sentar, ni mas ni menos, que a Sebastián Elizalde, una de las figuras más emblemáticas en el roster del equipo de casa.
Reyes ofreció un recital de pitcheo y “La Pulpa” Ríos se robó el show a la ofensiva. O sea, el movimiento dio frutos y esa alineación se mantiene hasta la fecha. Sería una locura que el “Chapo” Vizcarra se pusiera a experimentar en estos momentos. Vizcarra saldrá este sábado, con Alí Solís, en la receptoría; Meneses, en la primera almohada; Ríos, en la segunda; Pony Ríos en la tercera y Verdugo, en el campo corto. En los jardines: Cristian Santana, Dwight Smith y Martin. Como designado, Efrén Navarro.
Y David Reyes, con seis días completos de descanso, volverá al centro del diamante, con la misión de ponerle punto final al compromiso y de sellar la calificación de Tomateros de Culiacán, a la gran final por el campeonato absoluto de la temporada 2024-2025 de la Liga Mexicana del Pacífico.
La verdad que a Reyes le alcanza para eso y para más: en el rol regular, fue líder en innings lanzados con 87 y primero en WHIP con 0. 95; segundo en carreras limpias admitidas con 1. 87 y segundo en ponches con 81. Además ganó 8 partidos.
Y si, en el brazo de David Reyes están centradas las esperanzas de la afición, de tener una nueva serie final en Culiacán.
Que la fuerza le acompañe.
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Mientras.
Quien ya aseguró otra serie final, como manager, es Benjamín Gil, ahora como estratega de los Charros de Jalisco, equipo que apenas cumplirá diez años en el circuito invernal y que ya presume de tres series finales. Esta sería la cuarta, si las cuentas no andan mal.
De esas tres finales, a manera de acotación, dos han sido contra Culiacán. Una ganada y otra perdida, entre paréntesis.
Esa final, si Tomateros gana su serie contra Cañeros, iniciaría el próximo martes aquí en Culiacán; en caso de una remontada de Cañeros, entonces abrirían el mismo día; pero en Guadalajara.
Gil, manager exitosísimo, temperamental, controvertido, criticado, vapuleado y adorado, tiene ahora un motivo más para presumir.
Y es que no solo llevó a los Charros a la serie final sino que lo hizo sobre los ahora ex campeones Naranjeros de Hermosillo, a quienes apabullo en la semifinal con tres soberanas palizas en el estadio Panamericano de la perla tapatía.
Y la verdad de las cosas es que Hermosillo era un gran equipo, favorito, incluso, para repetir.
Lo hecho por Charros, sin embargo, dan una idea muy clara de la calidad de este equipo que buscará la corona, con una combinación perfecta entre bateo y pitcheo, más el estilo abierto y agresivo de dirigir del manager Benjamín Gil.
Pendientes.
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ENE 18 2025

Por elpiripituchi

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