PUNTA DE LANZA.

      LA DEUDA… EL PAGO PENDIENTE.

                          Por Armando Ojeda.

¿Me podrías decir, en términos gramaticales el significado la palabra DEUDA?..

La pregunta planteada, me pareció fuera de contexto, ya que la interrogante, según mi criterio, nada tenía que ver con el tema que en ese momento discutía con mi interlocutor.

Sin embargo, me vi obligado a buscar la respuesta a la pregunta de aquel improvisado interlocutor.

MI RESPUESTA.- “La palabra, o termino DEUDA, según los estudiosos de la lengua española, se refiere a la obligación de pagar, satisfacer, o reintegrar una suma de dinero de una persona a otra”, le dije.

¿Entonces, la lengua española considera que la DEUDA solo puede ser de carácter económico?.

La segunda pregunta, con carácter de réplica por parte de mi camarada me obligo a pensar y responder, aunque ahora con mayor detenimiento.

“Bueno, respondí, en efecto, una DEUDA también podría ser de honor, en donde la palabra de una persona se encuentre empeñada”.

Y ya encarrerado proseguí con mi apreciación personal; “Y en el ámbito político, la DEUDA más común se encuentra en la famosa promesa comprometida y muchas veces incumplida por los entes que le dan vida.

Incluso, agregué, una DEUDA podría ser igualmente de tipo religiosa.

Como sería por ejemplo el caso del incumplimiento de una promesa, una “manda” o un juramento.

Tras mi apurada explicación ante la inusual pregunta de parte de mi amigo, quise invertir el sentido de las preguntas, por lo que me adjudique el derecho a plantear la mía propia.

¿Oye carnal, de donde “jodidos” sacaste esa pregunta tan descontextualizada, y tan poco común en una plática informal como la que tú y Yo estamos teniendo?.

La respuesta de mi amigo me dejo perplejo y pensativo.
Me dijo en un tono pausado y de una manera que no dejaba duda de la preocupación que en ese momento lo embargaba.

“Lo que pasa, me comenta, es que, me he puesto a pensar en la grave crisis de inseguridad y la violencia extrema que estamos viviendo en Sinaloa y principalmente en Culiacán”.

¿Y qué tiene que ver tu entendible preocupación por la violencia con el significado de la palabra DEUDA?, quise saber.

“Bueno, replica mi imaginario amigo, es que anoche, cavilando un poco, llegue a la conclusión de que en Culiacán la Seguridad social, la armonía, la hermandad, la amistad, el humanismo, la sensatez, la cordura, la certidumbre, la alegría, el festejo, la sana convivencia, y la libertad de tránsito, tienen una gran deuda con los que aquí habitamos”.

Pensativo por la contundente exposición del personaje de marras, solo acerté a decirle.

“La razón te asiste amigo… Comparto contigo el dolor que te aflige”.

Y me sumo amigo, a ese dramático lamento que lanzas al aire, haciendo votos para que los tenedores de la facultad y responsabilidad de pagar, satisfacer, reintegrar y saldar esa gama de DEUDAS que tienen con la sociedad Sinaloense lo hagan de manera inmediata.

Que apunten sus misiles cargados de ideas, estrategias, planes y proyectos hacia el nicho en que se agolpan todas tus preocupaciones antes descritas y salden de esa manera su DEUDA con el pueblo.

Nos despedimos sin más palabras, pero con un apretón de manos…
”Me voy, ya se hizo tarde me dijo entre dientes y con un nudo en la garganta el extraño personaje.

Cuídate amigo…Nos veremos enseguidita le dije mientras lo miraba alejarse a toda prisa.

DIC 30 2024

Por elpiripituchi

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