Silviano de la Mora
Uno… La creciente inseguridad en algunos puntos de nuestro estado ha puesto de manifiesto la importancia de que la ciudadanía esté capacitada para enfrentar situaciones de riesgo. No se trata solo de aprender técnicas de autodefensa, sino de adquirir conocimientos sobre cómo actuar de manera responsable y efectiva en escenarios de peligro. La educación en seguridad ciudadana puede incluir la identificación de comportamientos sospechosos, el uso adecuado de herramientas de comunicación en emergencias y la formación en protocolos básicos de primeros auxilios.
Este tipo de capacitación no solo fortalece la seguridad personal, sino que también promueve una cultura de solidaridad y colaboración comunitaria. Al estar mejor preparados, los ciudadanos pueden contribuir de manera proactiva a la prevención del delito y reducir el impacto de la inseguridad. Además, el conocimiento puede disminuir el pánico en situaciones críticas, lo que permite tomar decisiones más acertadas y proteger tanto la vida propia como la de los demás.
Dos… Las propinas son un tema polémico cuando se integran a la conversación sobre los sueldos y derechos laborales. Cuando un empleador menciona que el salario está compuesto en gran parte por propinas, eso puede ser una señal de que no está ofreciendo un salario digno o adecuado, delegando la responsabilidad del bienestar financiero del trabajador en los clientes. Este enfoque suele normalizar la precariedad laboral y pone al trabajador en una situación incierta, ya que depende de factores variables como la generosidad del cliente o el flujo de personas, en lugar de contar con un ingreso justo y estable.
Un patrón que sigue este modelo podría no estar comprometido con ofrecer condiciones laborales óptimas, seguridad económica o un trato justo. Es una estrategia que muchas veces beneficia más al empleador que al empleado, ya que reduce costos salariales mientras que los trabajadores asumen los riesgos financieros. Las propinas deberían ser una recompensa adicional, no un sustituto de un salario digno.
Detrás de la frase “Es el sueldo, más propinas” se esconden varias realidades problemáticas en cuanto a la relación laboral y el trato hacia los empleados:
Evasión de responsabilidad empresarial: Al decir que el salario incluye propinas, el empleador está indicando que no está dispuesto a pagar un sueldo adecuado por el trabajo realizado. Esto traslada la responsabilidad del bienestar económico del empleado a los clientes, lo que puede crear una dependencia de factores externos e impredecibles.
Incertidumbre económica: Al depender de las propinas, el empleado enfrenta una situación económica inestable, ya que los ingresos pueden variar día a día, dependiendo del comportamiento de los clientes o la temporada. Esto puede generar estrés y una falta de seguridad financiera a largo plazo.
Precariedad laboral normalizada: Al utilizar esta frase, se busca legitimar una práctica que precariza las condiciones laborales. En lugar de ofrecer un salario justo, el empleador se apoya en una cultura de propinas que, en muchos casos, no garantiza un ingreso suficiente para vivir dignamente.
Falta de valoración del trabajo: Implícitamente, esta frase refleja una falta de reconocimiento del valor del trabajo del empleado. Al no pagar un sueldo justo desde el inicio, se sugiere que el esfuerzo del trabajador no merece una compensación estable y justa por parte del empleador.
Sueldo más propinas, frase que suele ser un indicativo de una estructura laboral desequilibrada, donde el empleador prioriza reducir costos a expensas de la seguridad y bienestar de sus empleados.
Amigos. Gracias por la atención a este espacio.
@delamorareyes
OCT 8 2024