Eduardo Ruiz-Healy(EL ECONOMISTA)
El viernes pasado, en mi programa en Radio Fórmula, Venus Rey Jr, Bernardino Esparza y yo discutimos sobre si España debe disculparse por las atrocidades que cometió durante y después de la conquista de México, como lo han exigido el presidente Andrés Manuel López Obrador y la presidenta electa Claudia Sheinbaum. Venus apoyó la postura que exige que el rey Felipe VI se disculpe. Bernardino y yo nos opusimos a ella.
Explico mi posición, que para muchos resultará difícil de entender porque los abusos cometidos durante la conquista están bien documentados. La violencia contra los indígenas, la explotación de recursos y personas y la imposición forzosa de una nueva cultura y religión son hechos que no se pueden negar. Entonces, ¿por qué el rey y su jefe del gobierno, Pedro Sánchez, no ofrecen disculpas? La respuesta no es tan sencilla y una de las razones es el contexto histórico, que significa que no debe juzgarse el pasado con los valores del presente. En el siglo 16, la expansión territorial y la conquista eran prácticas comunes entre las potencias europeas. España, Portugal, Inglaterra y Francia competían por el control de nuevos territorios. Era el juego geopolítico de la época y España lo jugó muy bien. Desde esta perspectiva, exigir una disculpa por algo que era común en ese entonces no tiene sentido.
Segundo, hay que reconocer que para muchos españoles, la conquista y colonización de México y América es parte de su orgullo nacional. La expansión del imperio español no sólo llevó a la conquista de territorios, sino a la creación de ciudades, universidades y a un mestizaje que dio origen a la cultura mexicana e hispanoamericana contemporáneas. Pedir disculpas sería, para algunos, negar ese legado y aceptar que todo lo hecho fue un error.
Otro punto importante a tener en cuenta es el temor a las demandas legales. Disculparse formalmente podría abrir la puerta a reclamaciones económicas por parte de México o de las comunidades indígenas. Y eso es algo que ningún gobierno está dispuesto a enfrentar, especialmente en tiempos de crisis económica.
¿Es justa la postura de España? Mientras que México y otros países le han pedido explícitamente una disculpa por los abusos de la conquista, España ha dicho que no hay nada de qué disculparse, ya que los eventos deben entenderse en su contexto. Esta negativa puede ser vista como una falta de empatía o, simplemente, como una defensa de la historia nacional.
Por eso, mi posición es que España no debe disculparse porque la historia no es tan simple como algunos la pintan. Sí, hubo graves abusos, como en toda conquista histórica, pero también hubo logros que han conformado nuestra cultura.
La colonización no fue un acto unilateral de destrucción, sino un proceso complejo de intercambio y mestizaje que no puede ser reducido a un simple error histórico. La historia debe ser entendida en su contexto, y no tiene sentido culpar a las generaciones actuales por decisiones tomadas hace siglos. Además, ¿hasta dónde llegamos con las disculpas? ¿Deberíamos exigir también disculpas a los descendientes de los tlaxcaltecas, totonacas y otras naciones indígenas que se aliaron con los españoles para acabar con sus opresores aztecas?
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SEP 30 2024