ANTONIO QUEVEDO SUSUNAGA
BRECHANDO
SIN LÍMITE LA AMBICIÓN
El primero que mostró una ambición desmedida, traicionando los principios del proyecto del cambio que enarbola el presidente Andrés Manuel López Obrador, fue el senador Ricardo Monreal, que, siendo el coordinador de Morena en Senado de la República, bloqueo iniciáticas, voto en contra, se alió a la oposición para golpear al presidente y terminó desnudo políticamente.
El otro traidor vulgar y corriente es Ricardo Mejía Berdeja, un político que el presidente Andrés Manuel López Obrador le dio calor, lo sacó del anonimato, lo hizo el primer jefe de la Guardia Nacional, y como no fue candidato de Morena al gobierno de Coahuila, tiro su responsabilidad de la Guardia Nacional y se hizo candidato del PT al gobierno de Coahuila.
El asunto es que es un político corriente, no confiable, sobre todo, malagradecido, ni siquiera se despidió del presidente. Esa gente no es confiable y no merece ningún apoyo.
Este tipo de traiciones son de las más comunes, en donde intereses personales se anteponen a intereses de proyectos de mayor alcance, los dos casos ejemplos son el de Ricardo Monreal, un chantajista político que recibió una auténtica cátedra de López Obrador.
En el caso de Ricardo Mejía, lleva el mismo caminito de Monreal, que terminarán sin saber que hacer políticamente, acumulan error tras error y llenos de soberbia no lo reconocen.
En el caso de Monreal es doble traición, al presidente que le tendió la mano en su momento, y al pueblo de México, al no contribuir desde el Senado, a pesar de que fue puesto de coordinador con ese objetivo.
Los otros traidores han sido los 223 legisladores que votaron en contra de la reforma energética, obviamente votaron por las empresas extranjeras, los nombres de estos legisladores ahí están. El asunto de estos legisladores es “traidores a la patria”, todavía más grave. En esta lista están los panistas y es algo que no debe extrañarnos.
Los más grandes traidores de México son los legisladores que encabeza Alito Morena, debido a que se les olvidó que la política nacionalista de los expresidentes priistas Lázaro Cárdenas y Adolfo López Mateos con la Expropiación Petrolera y la nacionalización de la industria eléctrica, del pasado siglo.
Los otros traidores han sido los expresidentes Carlos Salinas de Gortari, Vicente Fox, Ernesto Zedillo, Felipe Calderón y Enrique Peña Nieto, que traicionaron los mexicanos realizando el peor saqueo de la historia.
A esta lista de traidores, hay que agregar muchos exgobernadores y actuales gobernadores que están robando los recursos de los mexicanos, de muchas maneras, hasta empleando a su familia como son hijos, hermanos y madre.
El máximo traidor a la patria de todos los tiempos fue el veracruzano Antonio López de Santa Anna, declarado en 1866 traidor a la Patria, en 1867 no se le permitió desembarcar en el Puerto de Veracruz, fue hecho prisionero por el jefe militar de Yucatán, quién ordenó el asalto del buque Virginia en donde viajaba López de Santa Anna.
A este malnacido fue puesto a disposición del gobierno jurista, encarcelado en San Juan de Ulla y juzgado en consejo de Guerra, se le impuso la pena del destierro por 8 años en Nassau, en Bahamas.
El presidente Sebastián Lerdo de Tejada, paisano y amigo del caudillo, le permitió regresar a México, pero no se le reconoció grado ni se le devolvieron los bienes.
La lista de traidores es inmensa en México, es obvio que las traiciones políticas son las más frecuentes, ahora ante los ojos de millones de mexicanos que participan en la identificación de ellos.
Y hablando de los traidores hoy es un día histórico, en los Estados Unidos se enjuicia a Genaro García Luna, y junto con él, al expresidente Felipe Calderón, por haber “traicionado al pueblo de México” y convertir al país en un narco-estado, el usar el cargo de secretario de Seguridad para proteger al Cártel de Sinaloa.

Por elpiripituchi

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