En la rayaJosé Luis López DuarteDespués de tres meses de un incesante golpeteo contra Alejandro Moreno, presidente del PRI, con razón o sin razón, legal o ilegal, lo cierto, el PRI y la coalición opositora han resentido la sacudida, al grado de que han perdido la ventaja, leve ciertamente, de la intención del voto que tenían en el Estado de México y en la Ciudad de México, el conglomerado electoral urbano más gigantesco del país, y obviamente fundamental para pretender ganar la presidencia de la república el 2024.Así han sido de duros los golpes contra el reiteradamente señalado Alejandro Moreno, líder del PRI, que después de haber tenido la oposición el 2021 mayoría en la Ciudad de México, hoy ha caído en la capital del país a una desventaja de 46 por ciento de intención del voto para MORENA y 38% para el bloque PRI, PAN y PRD, donde es notable que el PRI solo como partido tenía el 20%, tres meses después ha caído al 10%, perdiendo así el 50% de la intención de los ciudadanos de apoyarlo.Y en el Estado de México, luego de que la coalición opositora del PRI, PAN y PRD tuvieran una ventaja de dos puntos en la intención del voto para la elección del 2023 (46% de MORENA contra 48% de la coalición opositora), ahora MORENA aventaja con nueve puntos, 47% MORENA contra 38& de la coalición opositora.Ciertamente el manejo preelectoral que ha hecho MORENA, de adelantar de hecho todo el proceso electoral, incluso ya con la candidatura definida de la maestra Delfina Gómez, explica en parte esas tendencias, pero si lo observamos en paralelo con la Ciudad de México, donde la elección estatal será hasta el 2024 junto con la elección presidencial, significa que el hecho que ha golpeado las tendencias de votos para la oposición, ha sido toda la escaramuza contra Alito Moreno desde MORENA y también desde el interior del PRI, donde ha resultado inaceptable su conducta de control y sumisión del PRI a sus intereses.En los hechos, hasta hoy el mejor aliado de MORENA en la competencia electoral ha resultado el presidente del PRI, que si es desaforado y enjuiciado, muy probablemente tendrá que dejar el PRI, pero si logra sostenerse, que es muy probable, según juristas, de que la ofensiva legal que le llegó de Campeche no prosperará, alargando así su presencia en el PRI y en la coalición que seguirá pagando los costos de ese lastre.Por lo que definitivamente, si no prospera el desafuero y enjuiciamiento del líder priista ene l PRI, quién sabe qué pasará porque los seguirá hundiendo y en la coalición opositora también, partidos que no deberán pasar de octubre sin que se deshagan de ese lastre, porque ya entrarían seguramente en una pendiente sin retorno y el 2024 estará prácticamente perdido, no se diga el 2023.Sí, la coalición opositora no tiene más tiempo porque para octubre ya tendrá que visualizar el tamaño de la coalición y definir sus precandidatos, o candidato quizá, donde se vería si va el PRI o no, y sí Movimiento Ciudadano se integra o no.Y el PRI tendrá que ajustar a Alejandro Moreno para que se retire de la presidencia de su partido, corriendo el riesgo de quedar fuera de la coalición opositora y el gobernador del Estado de México obligado a hacer de facto un acuerdo con el PAN, PRD y MC para enfrentar a MORENA; pero así el PRI para el 2024 ya estaría muerto. De ese tamaño pueden ser los daños de Alito. Navegación de entradas Columna Publicidad