Sobre el camino
Benjamín Bojórquez Olea.
El líder nacional del PRI, Alejandro Moreno, no entiende por qué Luis Donaldo Colosio Riojas no milita en el PRI. ¿Se lo explicamos y de paso le recordamos por qué ganó Andrés Manuel López Obrador y por qué el PAN es la segunda fuerza, aún con sus bajos porcentajes? ¿Se lo decimos o le evitamos la pena de recordarle cómo los propios priistas dinamitaron su partido y saquearon al país? Al priista le incomodó que el hijo de Luis Donaldo Colosio apareciera en tercer lugar en las preferencias electorales para la Presidencia de la República, después de Marcelo Ebrard y Claudia Sheinbaum; claro, él ni siquiera aparece. “Su papá hizo todo en el PRI. El PRI le dio todas las oportunidades, todas. No entiendo por qué [su hijo] no está en el PRI”, declaró el viernes al periódico Reforma. ¡Asesinaron a su padre! Y el PRI-gobierno, y el PRI-poder y el PRI-partido no hizo nada. En ese magnicidio hubo traición, complot e impunidad. Han pasado 27 años y seguimos sin respuesta: ¿Quién mató a Colosio? Nadie cree la “verdad histórica” de Aburto, el asesino solitario. “El nombre de Luis Donaldo Colosio es priista. El joven Colosio puede ir a cualquier lugar de la República y se para y no lo conocen en ningún pueblo”, dijo Moreno Cárdenas al periodista Roberto Zamarripa. Es natural que el presidente nacional del PRI crea que México es un pueblo sin memoria histórica. Le conviene creer que al pueblo ya se le olvidaron los muertos y desaparecidos del 68 en Tlatelolco o del Halconazo del 71, las crisis económicas del 76, del 82 o del 2009. ¿Le recordamos por qué 1994 es conocido como el año negro? Empecemos diciendo que el PRI gobernaba —los ciudadanos mexicanos tardaron 71 años en sacarlo del poder—, y ese año inició con la irrupción del Ejército Zapatista de Liberación Nacional; el 24 de marzo mataron a Luis Donaldo Colosio, entonces candidato priista a la Presidencia de la República; el 28 de septiembre asesinaron a José Francisco Ruiz Massieu, era el secretario general del PRI, y el año terminó con el “error de diciembre” (la falta de reservas internacionales provocaron la devaluación del peso, fuga de capitales, falta de liquidez y aumento de la deuda del país). ¿Le dice algo Lomas Taurinas? ¿Recuerda la melodía o la tonada de La Culebra? ¿Reconoce el nombre de Diana Laura? ¿Sabe quién es el padre y el hijo de Colosio? Por lo menos 60 millones de mexicanos responderán que sí, pues en México hay 15 millones de adultos mayores a 61 años y alrededor de 51 millones de ciudadanos entre 27 y 60 años de edad, según el Censo 2020 del Inegi. El magnicidio de Colosio se vivió en tiempo real en los noticieros de radio y televisión, fue el titular a 8 columnas de los periódicos del país. Es un insulto pensar que se nos olvidó el crimen y la tragedia que vivió la familia de Luis Donaldo (Diana Laura murió después de cáncer). En México hay deudas pendientes de justicia que la impunidad acrecentó y debiera ser el PRI el primero en saldarlas, pero así no piensa su líder. Mientras el Revolucionario Institucional sigue en la depresión, creo que la dirigencia del partido está en la etapa de la negación, la encuesta de los presidenciables publicada el 2 de diciembre da la sorpresa: Ebrard 31% Sheinbaum 30%, Luis Donaldo Colosio Riojas 27%; Ricardo Anaya 16%, Ricardo Monreal 12%, Samuel García y Alfredo del Mazo 10% cada uno. Y en el PRI, ¿Alejandro Moreno es la carta fuerte para 2024? ¿Tiene el liderazgo que los aglutine o al menos carisma o popularidad? ¿O cuentan con un aspirante que se pare en las calles y lo reconozcan por su honestidad y trayectoria intachable? ¿La alianza con el PAN y PRD les alcanzará para el 24 y con quién?
GOTITAS DE AGUA:
Por ello, veintisiete años después Colosio vuelve a las primeras planas de los diarios. ¿Coincidencia? El pasado 26 de octubre, la CNDH recomendó a la Fiscalía General de la República iniciar una nueva investigación del caso Colosio, porque encontró violaciones graves a los derechos humanos, a la integridad personal, al debido proceso, actos de tortura e incomunicación en agravio de Mario Aburto, y el pasado 30 de noviembre, la Comisión dio a conocer archivos que respaldan que “desde el momento mismo de su detención en Lomas Taurinas y varias veces durante los primeros interrogatorios Aburto fue torturado y presionado para auto-inculparse, y nunca nadie le hizo caso”. ¿A quién le interesa o beneficia alborotar el avispero? ¿Hay una intención genuina por esclarecer el caso o solo es una tolvanera para remover el pasado, terminar de aniquilar al PRI y, de paso, lastimar a Colosio Riojas? “Si cierran la puerta, apaguen la luz”. “Nos vemos Mañana”…