COLUMNA: SOBRE EL CAMINO
Por.- Benjamín Bojórquez Olea.

Unidad, olvídense…

La selección interna de candidatos, es una carnicería de correligionarios. En las próximas campañas electorales, los partidos políticos tendrían que eliminar de sus discursos la palabra unidad. La selección interna de candidatos en los diferentes partidos, reflejan una carnicería entre correligionarios con resultados reservados. Los morenistas poco podrán hacer con su llamada transformación, cuando hoy viven el fenómeno de los viejos tiempos perredistas, donde las tribus se cobrarán codo a codo las afrentas internas. A dos años de la arrolladora ola de triunfos morenistas impulsados por la marca López-obradorista, ni puros ni neo izquierdistas han logrado encontrar el equilibrio para gobernar con resultados o cumplir con las promesas de esa cuarta transformación que cada vez se vuelve un mito electoral. En tanto en el PAN en Sinaloa la autodestrucción sigue a cargo de Juan Carlos Estrada y sus rasputines y el fiel regreso del hijo del Maquio, Manuel Clouthier Carrillo quienes forjaron una figura de sal que sigue al pie de la letra, las instrucciones de sus mentores que no son panistas. Y en el PRI viven tiempos de duelo luego de la detención del ex gobernador Mario Marín y de su compadre Valentín Meneses, cuyo grupo ya había amarrado candidaturas para retomar la operación política en el tricolor, cuyas imposiciones detentan con la democracia y lealtades, en donde dejan ver que el dedazo es un obstáculo para encarar una credibilidad que difícilmente se pudiera restaurar. En la chiquillada partidista solo figuran los mismos rostros de los oportunistas disfrazados con nuevas siglas y colores que van tras las prerrogativas y el dinero electoral para garantizar cargos, amarres y acuerdos con quienes gobiernen. Esa es la meritita realidad. En esta batalla campal que hoy se libra en Sinaloa, no tiene la mínima participación la ciudadanía que será quien vote el próximo 6 de junio. Mientras en Morena tiende sus armas, el decepcionante alcalde de Culiacán Jesús Estrada Ferreiro sigue envuelto en la soberbia de los cantos de sirenas que lo empujaron a seguir firme con sus sueños de la reelección. En el PRI la ironía sigue encaprichada en bloquear a los perfiles más rentables, con el riesgo de agotar una negociación que derive en una debacle jamás pensada para el priismo en Sinaloa. En tanto en el panismo recogen sus pedazos para intentar reinventar lo que hace mucho tiempo se fue, se perdió. Con este panorama apoteótico ¿a usted le dan ganas de votar? Serán semanas de intercampañas internas donde las luchas de lodo y campañas negras se adelantarán para ver cómo se destruyen azules vs azules, chairos vs chairos y dinosaurios vs dinosaurios. Los propios partidos políticos son en estos momentos los más efectivos inhibidores del voto ciudadano. Hoy frente a una sociedad golpeada por una pandemia, el desempleo, la crisis económica y la inseguridad, poco interesa si se destruyen entre el Químico Benítez y los intrusos que no iniciaron el proyecto de Andrés Manuel López Obrador en el 2018. El hartazgo y la ineptitud de esta nueva ola de personajes definirán los votos de castigo para quienes hoy se sienten con los triunfos en el bolsillo. ¿A poco no?

GOTITAS DE AGUA:

Párrafos arriba citaba algo que es de suma importancia comentar, ya que en “Tierra Santa”, Salvador Alvarado, existe un personaje que jugó las contras en el 2018 al proyecto de López Obrador, cuya base e ideología es meramente panista, o sea, de hueso colorado, pues Armando Camacho conocido como “el iguano” no termina de convencer al interior del Movimiento de Regeneración Nacional (Morena), sin embargo, de ser el candidato a la alcaldía de Morena en Guamúchil, el popular dedazo se hará presente en la 4T, pues tras una historia que es de conocimiento público en los principales medios tradicionales de la localidad, en donde fungió como funcionario público en la gerencia de la Junta de Agua Potable en el periodo de gobierno de Gonzalo Camacho, en donde dejó algunos temas de corrupción, pues muchos comentan que dejó como “gelatina” la Japasa, algunos dirán que ya prescribieron, pero la historia será la encargada de arrebatarle ese prestigio que bien pregonan en Morena. ¿A eso le llaman congruencia pura? Les recuerdo los tres términos empleados por López Obrador, no mentir, no robar y no traicionar. Y se verán cosas peores. “Nos vemos Mañana”…

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